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Madre e hija se reencontraron después de 42 años

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Madre e hija se reencontraron después de 42 años
Cristina y su mamá Julia, juntas después de más de 42 años. La búsqueda fue implacable y dio sus frutos
Cristina y su mamá Julia, juntas después de más de 42 años. La búsqueda fue implacable y dio sus frutos

Una mujer domiciliada en Córdoba se reencontró con su hija después de 42 años, luego de haber sido víctima de las maniobras ilegales que desarrolló durante más de 25 años la partera Mafalda Journade.

Hace unos pocos días, Julia pudo conocer a Cristina gracias a la incansable tarea de búsqueda desplegada por los miembros del grupo “Herman@s y Madres del Alma” firmado a principios de 2014 y que ella también integra.

Ayer, Julia ofreció una conferencia de prensa en la capital provincial para contar detalles del caso, pero hace poco más de dos años lo hizo a través de las páginas de EL DIARIO, por medio de una carta dirigida a su hijo (por entonces creía que se trataba de un varón), en la que relataba que lo buscaba desde el 8 de octubre de 1974, cuando dio a luz en una vivienda ubicada en calle México 164, en barrio General Paz de la ciudad de Córdoba.

Mafalda de Journade, por muchos conocida como “la Maldita”, desplegó sus actividades ilegales desde 1960 hasta 1985 y murió en 2012, llevándose a la tumba secretos vinculados a la identidad de cientos de personas, en su gran mayoría cordobeses.

Es que la inescrupulosa partera había convertido su casa en una suerte de clínica clandestina en la que atendía partos y entregaba o vendía a los recién nacidos. Uno de ellos fue Cristina, quien vive en el conurbano bonaerense y es mamá de seis hijos… los seis nietos que también llegaron “de golpe” a la vida de Julia.

En aquella carta publicada por este matutino el 18 de marzo de 2015, bajo el título “Hijo mío, te estoy buscando”, la mujer contó detalles del caso que le tocó vivir desde que tenía 23 años, en aquel lejano 1974.

“Yo soy tu madre biológica, tu verdadera madre, la que te dio la vida. Eres mi primer y único hijo, quiero que sepas que te amo desde que me di cuenta de que había quedado embarazada. Te llevé nueve meses en mis entrañas, soporté todos los sufrimientos que puede soportar una madre primeriza y que está sola y en el momento en que te di a luz te separaron de mí, por la fuerza, contra mi voluntad. Yo nunca tuve la intención de entregarte. Fui tan mal atendida que casi muero en el parto, te arrancaron de mi lado. Te pedí y ni siquiera te pusieron en mis brazos”, relató Julia en aquella conmovedora carta abierta dirigida a la opinión pública.

Luego, agregó: “Te di a luz el 8 de octubre de 1974 (…) y solamente pude verte antes de que te llevaran. Después me inyectaron y me desperté al otro día. Siempre recuerdo tu carita hermosa. No sé si tuve un hijo o una hija. Primero me dijeron que eras varón y después me confundieron diciendo que mi bebé había muerto y que era una nena”.

Entre otros párrafos del escrito, Julia señaló que se dirigía “a todas ustedes, mujeres a las que alguna vez Dios les dio la bendición de ser madres biológicas y que por el cruel destino, o no sé cómo llamarle, tuvieron que caer en manos de Mafalda de Journade para dar a luz a su bebé, como me pasó a mí, entrando engañadas y saliendo con el corazón destrozado mientras ella y su equipo se apropiaban de nuestros hijos”.