Estaba previsto el comparendo del médico policial Gustavo Bono, pero sufrió un accidente vial y no pudo viajar a Villa María. A pedido de la Defensa, el juez Gandarillas abrió un compás de espera. Pero el lunes, declare o no, habrá alegatos y sentencia
Un imprevisto obligó al presidente de la Cámara del Crimen a suspender hasta el próximo lunes el juicio que se le sigue a Nolberto Enrique “Oso” Medina (55), quien está acusado de haber querido matar a su esposa a puñaladas en la ciudad de Oliva hace casi dos años.
El único testigo que debía declarar en la segunda audiencia sufrió un accidente vial cuando circulaba en moto y, producto de las lesiones recibidas (que no fueron de gravedad) se vio impedido de viajar a Villa María para prestar declaración testimonial.
Se trata del médico policial Gustavo Daniel Bono, cuyo comparendo había sido requerido tanto por el fiscal Francisco Márquez como por el abogado defensor Mauro Giovanini.
Bono era el único testigo que iba a declarar, ya que el resto de la prueba testimonial fue incorporada por lectura, de común acuerdo entre las partes.
Para la jornada de ayer también estaba previsto que la Fiscalía y la Defensa formularan sus alegatos y era prácticamente un hecho que el tribunal y los jurados populares iban a dictar sentencia durante las primeras horas de la tarde.
Sin embargo, desde Oliva llegó la noticia de que el médico policial no estaba en condiciones de presentarse, por lo que la audiencia duró unos pocos minutos, los suficientes como para que los protagonistas del debate pactaran un cuarto intermedio de seis días con la firme intención de que Bono se recupere de los golpes y pueda comparecer.
El defensor de Medina consideró de vital importancia escuchar la declaración del galeno y poder hacerle algunas preguntas. Pero el juez René Gandarillas dispuso que si el lunes Bono no puede concurrir al Palacio de Justicia, la declaración que prestó durante la instrucción de la causa también se incorporará por lectura e inmediatamente después alegarán Márquez y Giovanini.
La decisión del magistrado es terminar el lunes con este juicio en el que se procura dilucidar cómo se produjeron los hechos en los que Medina apuñaló a su esposa Graciela del Carmen Sánchez, por los que está imputado como presunto autor de “homicidio doblemente calificado (por el vínculo y por cuestión de género), en grado de tentativa”, un delito que tiene una pena mínima de 10 años de prisión.
Cabe recordar que el sangriento episodio se produjo el 17 de octubre de 2013 en la vivienda que Sánchez ocupaba en San Lorenzo 628 de Oliva.