Se trata de Lucas Otín, quien había sido condenado en 2011 y cumplía una pena en la cárcel del norte cordobés
El villamariense Lucas Ariel Otín, de 31 años, fue asesinado en las últimas horas en la cárcel de Cruz del Eje, informaron extraoficialmente fuentes del Servicio Penitenciario Provincial.
Aunque no hay confirmación oficial del hecho, EL DIARIO pudo saber que Otín recibió al menos siete puntazos efectuados con un arma blanca de fabricación “casera” o “carcelaria”, para ser más exactos.
Al parecer, el villamariense que había sido condenado en 2011 por delitos cometidos en esta ciudad durante 2010, llegó al penal del norte cordobés como consecuencia de un traslado, ya que había comenzado a cumplir su condena en el Establecimiento Penitenciario Nº 5, ubicado en barrio Belgrano de Villa María, pero durante su estadía tuvo problemas con otros internos por lo que se resolvió derivarlo al penal donde finalmente encontró la muerte, supuestamente a manos de otro u otros presos.
El caso se investiga bajo secreto de sumario y envuelto en un riguroso hermetismo por el momento.
Quién y por qué
Lucas Otín había sido condenado en 2011 por el camarista René Gandarillas, quien le impuso una pena unificada de ocho años de prisión por una serie de delitos que cometió durante enero y febrero de 2010, algunos en complicidad con Yanina Bracamonte.
En el momento de la condena, Otín tenía 25 años, había sido declarado autor responsable de los delitos de “robo calificado” por uso de arma de fuego, “robo agravado” por la sustracción de un vehículo automotor estacionado en la vía pública (más precisamente una motocicleta), “hurto simple” y “amenazas reiteradas” (dos hechos).
Los delitos que lo llevaron a prisión se produjeron durante los meses de enero y febrero de 2010 en los barrios Felipe Botta y San Nicolás de esta ciudad.
El más grave de los ilícitos perpetrados por este joven reincidente se registró el 23 de febrero de 2010, cuando alrededor de las 14 se subió a un camión Mercedes Benz 1114 y, bajo amenazas de muerte, portando un arma de fuego, redujo al conductor del vehículo de transporte, José Aisa Alvarez, de nacionalidad boliviana.
“¡Dame la plata o te c… un tiro, hijo de p…!”, fue la frase intimidatoria que le dijo antes de golpearlo en la cabeza con la culata del arma (que no pudo ser localizada por la Policía), para luego despojarlo de 600 pesos en efectivo y darse a la fuga corriendo.
Otín había sido detenido el 25 de febrero de 2010 y desde entonces se encontraba detenido. Podría haber recuperado la libertad a fines de agosto de este año si las autoridades decidían beneficiarlo con la “libertad asistida”, instituto legal que permite la excarcelación solo seis meses antes del cumplimiento total de la pena impuesta.
Como Otín era reincidente, no tuvo la posibilidad de acceder a la “condicional” cuando completó los dos tercios de los ocho años que le impusieron.