El equipo villamariense ganó en un vibrante encuentro ante más de mil espectadores. Le ganó a Centro Español y se quedó con la clasificación a las semifinales. Ahora jugará por un ascenso al TNA
Escribe Gustavo Ferradans
Con mucho corazón, con garra, con nervios y con temple. Triunfazo del León, que rugió más fuerte que nunca. La victoria de Ameghino definió la serie a su favor y le permite seguir en carrera. El 76 a 67 del equipo villamariense sobre Centro Español definió la serie por 3 a 2 y lo clasificó a las semifinales del Torneo Federal. Ahora, a partir del martes de la próxima semana, enfrentará a Ramos Mejía Lawn Tennis Club por el pase a la final o, lo que es más preciado, por un ascenso al TNA.
Merecía un triunfo así, vibrante, dramático, para terminar todos en el centro de la cancha, jugadores, cuerpo técnico y dirigentes, confundidos en un solo abrazo. Las lágrimas de emoción fueron una descarga lógica después de haber sufrido en su viaje a Neuquén, de estar ganando 2 a 0 a pasar a estar iguales 2 a 2. Su rival forzó a este quinto partido, que se vivió adentro y afuera de la cancha como una final.
Más de mil personas colmaron el estadio. El marco fue sensacional, de parte de ambas parcialidades. Los neuquinos fueron seguidos por unas 130 personas y las que acompañaron a Ameghino (que fueron creciendo en proporción, sobre todo en los playoffs) recibieron el mejor premio con una emocionante victoria.
El día no empezó bien para Ameghino. Un comunicado del Tribunal de Penas de la CABB avisaba que Ferrini estaba suspendido por un partido, a partir del informe de los árbitros en el cuarto cotejo jugado en Neuquén. El jugador tuvo que verlo desde afuera, como Sebastián Sucarrat (el asistente técnico), quien también fue informado.
El partido comenzó con intensidad. Muy parejo y gol a gol. Los neuquinos lastimando más desde el perímetro, pero Paparini era amo de la zona pintada. Del vibrante 11 a 11, el rival pasó al frente 18-11, tras un parcial de 7-0. El primer cuarto terminó 18-12 para Centro Español, pero con un gran trabajo de Ameghino, que supo contener a Piuma. En este parcial el terna arbitral cometió un grosero fallo (uno de los tantos de los que fueron mentores durante los 40 minutos del partido). La falta era de Piuma a Verón y uno de los jueces marcó que era para González, quien estaba a cinco metros de la jugada. Fue una de las tantas fallas, quizás la más grosera.
El segundo cuarto no comenzó bien para Ameghino, los árbitros le marcaron la tercera falta a Paparini y encendía luces de alarmas en el banco local. Pero surgió Abel Aristimuño, defendiendo, bajando rebotes, atacando, dañando al rival con sus lanzamientos y en un par de minutos Ameghino pasaba a ganar 22-20, con un parcial 10-0.
La reacción del visitante no llegó, a pesar del minuto pedido por su entrenador y los intentos de achicar el marcador. Mientras tanto, Paparini seguía anotando, en la zona pintada y desde el perímetro y Piuma veía su tercera falta. El trabajo de Abel Aristimuño para contener a Piuma demostró que estaba intratable y que iba a tener una gran noche. Con un parcial 24-9, Ameghino pudo dejar el marcador 36-27, para irse al descanso largo.
Las actitudes de algunos simpatizantes visitantes, con algunas provocaciones en el entretiempo, fueron desactivadas enseguida desde la mesa de control y por los adicionales policiales. Por suerte no pasó a mayores.
El tercer cuarto tuvo algo de angustia para Ameghino. Bellozas y Quercia metieron un par de bombas que dejaron el marcador empatado en 42, con Piuma viendo desde el banco en casi todo ese cuarto. Pero Aristimuño primero y Verón después anotaron puntos decisivos para dejar el tablero 47-42.
El último cuarto fue punto por punto. Albornoz e Iglesias no sumaban en ataque, pero redoblaban esfuerzos en defensa, controlando los intentos neuquinos por achicar la diferencia. Dos penetraciones de Zenclussen y un triple de Verón hicieron explotar las tribunas y Ameghino sacaba 9 de diferencia a falta de 6 minutos.
Centro Español buscó incesantemente descontar con lanzamientos de 3, con un gran cuarto de Bellozas, pero Ameghino mostró su temple, su garra y su corazón para mantener la diferencia y quedarse con un gran triunfo. Casi en el cierre, llegó un triple de Grenni y un doble de Iglesias, que liquidó las esperanzas del rival y marcó una diferencia que Ameghino pudo sostener hasta el cierre.
Triunfazo, festejo y clasificación. El sueño sigue en pie y la serie que viene será nada menos que por un ascenso.
