Escribe Pablo Luna Broggi
Yrigoyen, que malogró un penal, venció de local a Unión de Arroyo Algodón por 2 a 1 con goles de Pereyra y Bendazzi (Doñabeitía, de penal), se afirma en el segundo puesto y le descontó punto al líder, Silvio Pellico
El local sabía del triunfo de Silvio Pellico entre semana ante Rivadavia y sentía la obligación de conseguir los tres puntos para no perderle pisada al Canario y comenzar a zafar del asedio de Playosa y Sportivo Pozo del Molle.
Enfrente estaba el duro Unión de Arroyo Algodón que, si bien ya esta eliminado, visitaba el infierno de ruta nueve con la idea de “arruinarle la fiesta” al local.
La zurda prodigiosa de Jonathan Zabala comenzaba a demostrar su valía desde el primer minuto cuando un tiro libre envidiable del hábil delantero rojo casi abre el marcador, pero el destino hizo que el balón se fuera a escasos centímetros del ángulo superior izquierdo defendido por Santiago Rodríguez, quien ya había quedado en el camino y nada podía hacer.
Sin embargo, la magia de Zabala se apagó rápidamente luego de chocar frente a Nicolás Barrionuevo: iban apenas 5 minutos y los dos debieron dejar la cancha lesionados.
El reacomodamiento táctico de ambos equipos se fue dando con el correr de los minutos y este movimiento de piezas provocó que el trámite del partido fuera confuso. Nadie tomaba las riendas definitivas del cotejo, más allá de que el local proponía un poco más.
Yrigoyen inclinaba la cancha de a poco, pero la situación más peligrosa la tuvo el visitante: a los 18 minutos, Darío Hualpa desbordó y envió un preciso centro que Patricio Rodríguez no pudo terminar de definir de la mejor forma.
Sin embargo, fue el local quien consiguió la apertura del marcador minutos después. Yrigoyen ya había ganado varias veces en las alturas del área rival y lo volvió a hacer luego de un tiro de esquina preciso de Alvaro Nieva que Diego Pereyra cabeceó y la “clavó” en el ángulo para el delirio de la parcialidad roja.
Culminó el primer tiempo con una justa victoria de Yrigoyen. El local, sin ser demasiado superior a su rival, había entendido un poco mejor el partido y llegado con más peligro al arco contrario.
En el complemento, los dirigidos por Peñaloza fueron en búsqueda de otro gol que estirara diferencias y aportara tranquilidad. A los dos minutos, Patricio Fernández cabeceó un gran centro de Ferrero y la pelota estrelló el vértice que une el travesaño con el palo. En la siguiente jugada, un tiro libre ejecutado por Nieva dio en la mano de Pato Rodríguez y el juez cobró penal, pero Matías Bendazzi no pudo convertir porque Santiago Rodríguez voló hacia su palo derecho y le tapó el remate con mucha autoridad.
No obstante, el goleador no se quedó lamentando por el penal errado y se enfocó en conseguir anotar su apellido en la tabla de goleadores de la fecha. Y así fue que a los 15 minutos un desborde del veloz Diego Pereyra lo dejó a Bendazzi frente al arco y el nueve, sin perder tiempo ni dudarlo, con un puntazo inatajable, puso el 2 a 0 parcial.
Unión no jugaba bien y perdía más por errores propios que virtudes ajenas. Con más ganas que fútbol, el visitante fue a buscar el descuento y rápidamente lo consiguió luego de que bajaran en el área a Patricio Rodríguez: Juan Doñabeitía se encargó de ejecutar el penal y lo cambió por gol.
El 2 a 1 respondía más fielmente a lo que había sucedido durante toda la tarde: Yrigoyen era superior y por eso merecía estar arriba del marcador, pero Unión sabía que mejorando un poco podía empatar el tanteador, y casi lo consigue en la última jugada. Con un jugador de más, por la expulsión de García en el Diablo, Unión casi logra el milagro cuando Rodríguez quedó mano a mano frente al arquero local, pero se apresuró a definir y remató desviado.
El pitazo de Pérez decretó el final y el suspiro de la parcialidad roja, compuesto de alivio y satisfacción, retumbó en el reducto yrigoyenista. El Diablo ganó y sigue en zona de clasificación.
La figura – Diego Pereyra
Fue el jugador más incisivo de la ofensiva local. Abrió el marcador con un gran gol de cabeza.
El árbitro – Luis Pérez
Bien, acertó en todas las decisiones y manejó bien un partido complicado.