Lo anunció el intendente Gill en el acto protocolar realizado ayer en el marco de los festejos por el Día del Bombero. El mandatario elogió a la entidad diciendo que es uno de “los mejores cuarteles del país”
Con motivo de conmemorarse el pasado 2 de junio el Día del Bombero, el Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Villa María realizó ayer el acto alusivo en el que participaron el intendente Martín Gill, la legisladora Nora Bedano, el jefe de Bomberos Gustavo Nicola, entre otras autoridades presentes.
En ese marco, el intendente Gill anunció el aporte del municipio a la institución, “en nombre de todos los villamarienses, de la suma de 185 mil pesos para equipamiento e infraestructura”.
Como ya es una costumbre, los servidores públicos formaron frente al cuartel acompañados por un buen marco de vecinos.
El titular del Ejecutivo aseguró que el sueño de los fundadores, hace 66 años, «fue superado con creces, porque hoy Villa María tiene uno de los mejores cuarteles del país por su equipamiento y, fundamentalmente, por la calidad de sus recursos humanos».
El mandatario también tuvo palabras para recordar el acto heroico en el que perdió la vida Juan Carlos “el Mula” Mulinetti, quien se convirtió desde entonces en un ícono, no solamente para los hombres del salvataje, sino para toda la ciudadanía.
“Mulinetti marcó a fuego la impronta de la institución y la entrega de quienes la conforman», destacó Gill.
Por su parte, Luis Gallo tomó la palabra en nombre del Cuerpo, y anunció nuevas obras en el cuartel y la adquisición de una nueva autobomba que engrosará el parque automotor de la institución. Reconoció el aporte de vecinos y del municipio.
En el acto se realizó el cambio de abanderados y la entrega de nuevas herramientas y equipamiento. Estuvieron presentes representantes de instituciones educativas y fuerzas de seguridad.
El Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Villa María se constituyó el 20 de mayo de 1951, luego de un incendio que devastó la, por entonces, Fideera Villa María y conmovió a los villamarienses.
Según narra la historia, contada por la entidad en su sitio, a pleno día observaban impotentes ante el siniestro cómo el fuego destruía sin límites mientras que llamas y columnas de humo se elevaban como queriendo alcanzar el cielo.
Veían cómo el voraz incendio arrasaba con todo lo existente y hasta truncaba la esperanza de muchas familias.
La gente sentía dolor, impotencia, desesperación. La comunidad todavía no había previsto cómo defenderse ante la emergencia, hasta aquel momento.
De inmediato, los vecinos, previendo el futuro, comenzaron a determinar la necesidad de revertir ese estado de indefensión ante el siniestro que experimentaba la sociedad.
“Los sueños de los fundadores fueron superados con creces, porque hoy Villa María tiene uno de los mejores cuarteles del país por su equipamiento y por la calidad de sus recursos humanos». Martín Gill
