Pablo Hayes visitó ayer la ciudad y trajo esta terapia alternativa, que deriva de la acupuntura y consiste en la colocación de esferas en la oreja para disminuir los niveles de ansiedad al momento de hacer una dieta
“Uno no sabe más qué hacer para no tener hambre”, resopló una señora en la sala de espera. Esa frase resume a grandes rasgos el objetivo de la auriculoterapia.
Pablo Hayes es un médico clínico que estuvo en la ciudad ayer trayendo esta medicina alternativa, que tiene como objetivo “lograr bajar los niveles de ansiedad en relación con la comida, para poder facilitar la pérdida de peso”, aplicando pequeñas esferas en la oreja del paciente.
“Somos un conjunto de profesionales, entre médicos y nutricionistas, con un sistema que nació hace muchos años en Francia, después migró a México y desde allí vino al país. Estamos hace bastantes años haciendo esto, empezó mi padre hace dos décadas y yo hace diez años que me dedico a esto y tenemos consultorios en todo el país”, se presentó el profesional de 37 años, quien recordó que hace seis años atrás fue la última vez que visitaron la ciudad.
Hayes explicó en qué consiste esta terapia y enfatizó que “la auriculoterapia es una rama de la acupuntura, pero acá no se usan agujas (porque como lo que se realiza es sobre la oreja, que es una parte muy sensible que no tiene músculos, es cartílago, entonces no hace falta estar pinchando), sino que se colocan unas pequeñas esferas de metal, pero que también vienen de semilla y de cuarzo, sobre el pabellón de la oreja”.
“Lo que se busca es calmar la ansiedad, bajar un cambio, que se esté un poco más tranquilo al momento de hacer una dieta”, contó, pero aclaró que “es algo totalmente natural, y es un complemento a la dieta, porque lo que realmente va a hacer bajar de peso a la persona es la dieta. Pero lo que nosotros damos más que dietas son guías, porque son bien variadas y no se exige, sino que comprendemos todos los avatares de la vida propia”.
“La auriculoterapia va en puntos específicos acupunturales, donde cada punto tiene una función. Por ejemplo, hay puntos de tranquilidad, puntos de ansiedad, de todo”, resaltó, y mencionó que los resultados se basan en “lograr que la paciente que estaba desesperada por estar comiendo todo el tiempo esté más tranquila, que deje de estar todo el tiempo abriendo la heladera, va a notar que se deja de estar pensando horas antes qué es lo que se va a cenar, se baja esa ansiedad por al comida, terminar con eso de comer sin hambre”.
“Eso se coloca con una cintita en la oreja y por lo general deben tenerlo tres o cuatro días”, detalló y aclaró que “nosotros recomendamos que se haga en forma semanal”.
La pequeña esfera de metal se pone en una oreja y luego, la semana siguiente, en la otra, “porque una de las orejas estimula a un hemisferio del cerebro y la otra al otro, así vamos cambiando hasta que la gente baje lo que pretende bajar”.
Según consideró Hayes, “lo más difícil es mantener el peso al que se llegó, porque ya ahí no se utiliza más la auriculoterapia, sino que se prosigue con la dieta intentando controlar voluntariamente esa ansiedad”.
Por otra parte, esta técnica es utilizada en múltiples enfermedades o trastornos, para combatir vicios, alergias, problemas musculares, trastornos del sistema nervioso central y somatizaciones y trastornos psíquicos como insomnio o angustia, entre otros.