
El actor principal, Juan Rodó, debió ser remplazado por su estado de salud. Patricio Witis hizo del doctor Jekyll, quien fue acompañado por un gran elenco

Domingo por la noche, una helada como ninguna y el actor protagónico principal acusa recibo del clima adverso al comunicar que no podrá ser parte de la obra.
Juan Rodó debió ver el musical que él mismo impulsó y llevó adelante por todo el país desde la última fila del Teatro Verdi, cuidándose de no aquejar aún más su garganta.
“Jekyll and Hyde” fue encarnado por Patricio Witis, el remplazante natural de Rodó, y Raúl Lavié, el actor y cantante de casi 80 años que hiciera las veces de John Atterson, abogado y amigo del doctor Henry Jekyll, dentro de la obra inspirada en la afamada puesta de Broadway, basada en la célebre novela de Robert Louis Stevenson, que fuera escrita en 1886.
La tensión de la pieza está depositada en la búsqueda de la destrucción del mal por parte de Jekyll, es decir, la pretensión de crear una sociedad sin violencia a través de una investigación avalada científicamente. Vale recordar que al momento de germinarse la novela original, el pensamiento científico positivista dominaba el mundo de las ideas y las divisiones de clase eran bien marcadas en la Gran Bretaña de fines del siglo XIX.
Como era de esperarse, esa búsqueda utópica se convierte en distopía pura y dura al generar un monstruo en la piel del doctor: nace Hyde (que significa “escondido” en inglés), la dualidad personificada del ser humano.
Respecto a la resolución del musical, se valoran los laureles de un elenco de calidad donde Lavié –a falta de Rodó- recibió la mayoría de las miradas. El vestuario y el hilván coreográfico fue más que destacado, aunque no tanto la escenografía, que se vio un tanto despojada.
Juan Ramón Seia