Indignados por la falta de médicos pediatras especialistas en terapia intensiva, los familiares del niño que no tenía una cama en la UTI para el tratamiento de su neumonía exigieron profesionales para poner en marcha ese servicio en el Pasteur
La historia de Byron Vieyra reavivó la polémica por la falta de profesionales que permita poner en marcha la Unidad de Terapia Intensiva (UTI) Pediátrica en el Hospital Pasteur.
El bebé villanovense, de apenas cinco meses, contrajo neumonía y sus familiares reclamaron el traslado hacia un centro de salud que tuviera ese servicio. Tras diferentes reclamos, lograron que fuera derivado a una clínica privada de Córdoba, en la que después de dos horas de espera en un pasillo le negaron el lugar.
El director del Pasteur, Luis Seggiaro, aclaró que el problema se generó en el centro de derivación del Ministerio de Salud y deslindó responsabilidades del personal del Hospital de Villa María.
Frente a toda esta historia, y con el niño internado en la UTI del Pediátrico de Córdoba, los familiares decidieron salir a reclamar.
Rosana Marín, la abuela de Byron, dijo que ellos fueron a hacer la protesta ayer en la ruta, frente al Hospital, “porque, entre otras cosas, queremos que el director se vaya porque no está capacitado para manejar un centro de salud tan grande”.
Reconoció que el lunes último tuvo un altercado con Seggiaro y que terminó siendo retirada por la Policía. “Creo que me zafé, me fui de boca. Pero tenía tal indignación, dado que el doctor me pedía que llamara a EL DIARIO para rectificarme y así me daba la historia clínica de Byron. Yo primero le dije que sí y después, con la historia clínica en la mano, le empecé a decir de todo”, planteó.
“Vamos a seguir reclamando y si hace falta cortaremos la ruta”, afirmó. “Exigimos personal para la terapia de niños y la de bebés, personal que esté especializado porque los que hay no son terapistas, son pediatras comunes a los que el director obliga a cumplir esa función”, agregó.
Dijo que buscarán apoyo de más vecinos para seguir haciendo las protestas frente al Pasteur.
Sobre Byron
Acerca del estado de salud de Byron, Rosana Marín dijo que está “estable”, pero sigue con fiebre. “Lo único que tenemos de bueno es que está aceptando el medicamento, pero todavía no mejora”.
Agradeció la atención del Pediátrico y también a la Municipalidad. “Martín Gill nos mandó a Nora Bedano y nos pagaron un hotel para que los padres de Byron puedan descansar en Córdoba porque no se pueden quedar adentro del hospital”, dijo.
También agradeció a los vecinos que les compraron los churros que elaboraron ayer con el fin de reunir fondos para que los padres del niño puedan sostenerse en Córdoba.
“Vendimos 100 churros y no pudimos seguir vendiendo más porque no dábamos abasto, así que quiero agradecer a toda la gente que compró y que nos ayuda”, concluyó.