Por la inclusión

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Por la inclusión

Echado sobre los adoquines, marcando presencia. El tipo estuvo ahí, una vez más, con el sentido solidario.

Los perros parecen tener un chip indescifrable en la cabeza. No hablan, pero al mismo tiempo dicen todo. Se quedan en los lugares justos y en el momento apropiado. Acompañan lo bueno y se desprenden de lo malo.

Así pasó con este muy particular amigo de la plaza Centenario, que se quedó junto a los que necesitaban compañía. Y sin decir nada, aportó a las voces de personas con discapacidad, familiares, instituciones y organizaciones que defienden sus luchas y se hicieron oír el viernes.

Sucedió durante una radio abierta en la que pidieron por sus derechos, reclamaron por la restitución de las pensiones y, sobre todo, juntaron firmas para la destitución del Decreto 437/97.

Quitar las pensiones con discapacidad es una de las crueldades más grandes que pudo haber hecho el Gobierno en los últimos tiempos. Y si de crueldades se trata, los perros callejeros conocen a diario lo que significa la maldad del hombre. Es por eso que el amigo no se salió de la manifestación y se integró como una manera de remarcar que el mundo debe ser mejor para todos, sosteniendo siempre la bandera de la inclusión.

En la radio abierta, claro está, no dijo nada. No hacía falta.