La Asociación Argentina de Girasol, Asagir, donde se agrupan los productores, fábricas, exportadores y otros eslabones de la cadena del girasol, puso el alerta sobre el exceso de agroquímicos, ya que su detección en el aceite inhibe el ingreso de los embarques argentinos a Europa, razón por la cual los países de este continente tienen ahora como proveedor de aceite de girasol a Ucrania.
El alerta no es por las aplicaciones que se hacen en el campo, sino en la poscosecha.
El producto del que se habla es el Diclorvós, que es un fosforado de alto poder de volteo.