Manos Solidarias abrió en diciembre pasado cuando salieron de vacaciones en las escuelas y nunca más dejaron de dar la comida, porque “hay mucha necesidad”. Comen unos 60 chicos todas las noches
El comedor comunitario Manos Solidarias “festejó” el viernes los seis meses de existencia, aunque las responsables del lugar se mostraron alarmadas por la necesidad de ayuda para seguir sosteniendo el espacio solidario, en donde cada noche, de lunes a viernes, unos 60 niños van por la cena.
Vanesa Sánchez y Adriana Galleguillo son dos de las coordinadoras del comedor ubicado en barrio Los Olmos y agradecen a “Dios y San Expedito que nos van proveyendo… era una desesperación que teníamos las dos, no podíamos dormir pensando en qué podíamos hacer. Nos da tristeza tener que cerrarlo, pero sin ayuda, lamentablemente, no nos va a quedar otra”.
Pensaron en reducir a tres días por semana el funcionamiento del comedor, pero remarcaron la necesidad que observan en las familias de las personas que allí asisten. “Cada noche que llegamos vemos la necesidad que hay. Pensamos en empezar a hacerlo tres veces por semana porque hay ocasiones en las que no llegamos y nos desespera, pero de algún lado siempre sacamos porque queremos seguir dando la cena todos los días”, comentó Vanesa.
Además se avecinan las vacaciones de invierno, por lo que tampoco contarán con el Paicor en las escuelas, y entonces esperan que Manos Solidarias esté abierto para recibirlos.
Las mujeres, que reciben ayuda de otras madres de la zona, señalaron que hay dos carnicerías de Villa Nueva y una fábrica de pastas de Villa María que actualmente colaboran con el espacio. “Mercadería en general tenemos, lo que se nos complica conseguir es carne”, aseguraron.
En tanto, desde el municipio de la vecina localidad, según afirmaron las entrevistadas, se comprometieron a acercar la ayuda necesaria para que el comedor de calle Catamarca al 1500 siga funcionando.
No obstante, desde Manos Solidarias suelen organizar ventas de pollos, pastas o pizzas para recaudar los fondos necesarios.
Vanesa Sánchez recordó que en ese lugar funcionó el merendero de Milo Soria, quien luego se trasladó a Las Playas de Villa María, y desde entonces no hubo una propuesta similar.
Cocinar para 60 almas cuesta unos $800 por cada vez que se sirve la cena. Cualquier persona que quiera tender una mano solidaria al comedor se puede comunicar al teléfono 3535088074.
Para colaborar con Manos Solidarias, comunicarse al 3535088074.