Seis décadas no son nada… o demasiado para tener que aguantar la incomprensión. De cualquier manera, el problema tiene solución. Solamente hace falta querer buscarla
Zapatería “La Argentina”, que lleva 57 años ininterrumpidos en la ciudad, atraviesa un conflicto con Tránsito del municipio, motivo por el cual su propietario, Rafael Gugna, se mostró fastidioso y dio a entender que “así no se puede seguir”.
El problema en cuestión tiene que ver con los autos pertenecientes a la flota de la Policía Federal, muchos de los cuales estacionan seguido frente al local comercial, que se encuentra a pocos metros de la delegación de la fuerza nacional.
Gugna señaló que “Tránsito decidió correr el cartel que había al frente y que decía ‘carga y descarga’, y le dio más lugar de estacionamiento a la Policía, pero todo frente a mi local, que es el único con vidriera en toda la cuadra. ¿Por qué no lo hicieron para el otro lado de la Policía y sí para mi local”, se preguntó el comerciante.
“El cartel de carta y descarga lo tengo desde la gestión de Accastello, pero ahora me cambiaron todo y lo único que hicieron fue arruinarme el negocio”, indicó. Y al respecto, justificó: “Paran unas chatas enormes, a veces camiones de Gendarmería, otras veces autos que secuestran, que tienen la faja… Es una imagen que me echa clientela”.
“Además, se ubican los autos bien pegados y nadie puede pasar entremedio”, añadió.
Gugna, quien reside en la casa lindante al local comercial, dijo que habló con la jefa de la Federal, “pero no dio solución”.
Para explicar su bronca, el comerciante contó que “la zapatería nació hace casi 60 años y nunca hubo problemas de este tipo”.
“Sé que la calle es pública, pero…”
“Al negocio viene gente grande, muchos de los cuales fueron clientes de hace 25 años, y se encuentran con este panorama incómodo”, expresó.
“Sé que la calle es pública, pero lo único que quiero es que me permitan mostrar la vidriera como corresponde por ser el único local así en la cuadra”, agregó.
En ese contexto, dijo que “las ventas cayeron un montón y no sólo por la crisis; la situación está difícil y esto de los autos policiales al frente me la complica más”.
“Al comercio lo empezaron mis antecesores, es una zapatería histórica y de familia, sería una lástima tener que cerrarla”, sostuvo finalmente el reconocido comerciante.