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Almada dio marcha atrás, confesó el robo y lo condenaron a seis años

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Almada dio marcha atrás, confesó el robo y lo condenaron a seis años
Antes de comenzar la audiencia de ayer, Almada sabía que se le venía una segura condena y optó por reconocer que había participado en el asalto. Así pudo acceder a una pena de seis años, uno por encima del mínimo previsto por la ley

El albañil de Hernando terminó admitiendo que intervino en el violento asalto ocurrido el 11 de agosto de 2015 en Dalmacio Vélez. “La estrategia defensiva fue propia de un sofista para engañarlo a usted, señor presidente”, enfatizó el fiscal

Antes de comenzar la audiencia de ayer, Almada sabía que se le venía una segura condena y optó por reconocer que había participado en el asalto. Así pudo acceder a una pena de seis años, uno por encima del mínimo previsto por la ley

Abrumado por el cúmulo de pruebas en su contra y previendo que podía recibir una condena mucho más severa, Marcelo Fabián Almada (30) terminó confesando ayer su participación en el asalto al dueño de un quiosco de Dalmacio Vélez y recibió una pena de seis años de prisión de cumplimiento efectivo.

Ni bien se reanudó el debate, el abogado Alexis Andrada informó al presidente del tribunal, René Gandarillas, que su cliente iba a ampliar la declaración indagatoria y tras cartón Almada expresó sucintamente: “Reconozco los hechos”.

Aunque breve, la confesión lisa y llana del acusado aceleró los tiempos procesales ya que no fue necesario que comparecieran los tres testigos que se encontraban en la antesala de la Cámara del Crimen, ya que se incorporaron “por lectura” las declaraciones que prestaron durante la instrucción de la causa.

Aunque no lo dijo expresamente, la decisión de Almada de dar marcha atrás en su postura exculpatoria obedeció a la gran cantidad de pruebas que lo incriminaban en el hecho, sobre todo por haber sido reconocido desde un comienzo por la víctima del atraco, Julio César Balario (37).

Cabe recordar que el albañil ahora condenado se defendió diciendo que un policía de Dalmacio, al que identificó como “el oficial Heredia”, le había “armado” la causa para involucrarlo en el violento asalto ocurrido el 11 de agosto de 2015 y que esa noche él estaba celebrando el cumpleaños de una hermana en Hernando.

Sin embargo, ante la presunción de que el fiscal Francisco Márquez iba a pedir una condena de siete, ocho o tal vez nueve años de prisión, Almada optó por reconocer que era uno de los dos delincuentes que entraron armados al quiosco de Balario.

Si bien no redundó en detalles, quedó en claro que era el más bajo de los asaltantes, según la descripción que hizo el comerciante, y que tenía el pelo teñido de color verde, algo que el propio comerciante advirtió cuando, en un forcejeo, a Almada se le cayó la capucha y quedó expuesta su cabellera.

Claro que no sólo Balario lo reconoció “del pueblo” (incluso dijo haberlo visto varias veces en un pub de la localidad, los viernes por la noche), sino que apenas ocho días antes, más precisamente el 3 de agosto, los oficiales Juan José Gutiérrez y Mauricio Alejandro Pereyra, que por entonces prestaban servicio en el Destacamento de Dalmacio, lo identificaron luego de verlo circular sospechosamente por las calles de aquella localidad. Y ese día ya tenía el pelo teñido de verde.

Tal particularidad quedó asentada en el Libro de Guardia de la dependencia policial y fue, entre otras, una de las varias pruebas que dejaron a Almada al descubierto.

El policía Pereyra, su colega Leonardo Iván Ceballos Galoppo y el vecino Lautaro Jesús Pires (quien tuvo que venirse desde Buenos Aires) eran los tres testigos que concurrieron a Tribunales para declarar en la cuarta audiencia de debate, aunque finalmente no comparecieron porque el acusado se declaró culpable.

Por esa razón, el fiscal Márquez pidió que se incorporaran “por lectura” sus declaraciones originales y que todos quedaran desocupados, lo que se hizo antes de que las partes expresaran sus conclusiones.

 

Un duro alegato

El titular del Ministerio Público formuló un enérgico y contundente alegato de casi una hora y media, durante el cual no sólo expuso con claridad todas las pruebas que incriminaban a Almada, sino que cuestionó duramente la labor desarrollada por los abogados que asistieron al acusado, tanto durante la instrucción de la causa (dos letrados de Hernando) como a lo largo de las audiencias del juicio que comenzó el lunes (Andrada y su colega craikense Ana Paula Fernández).

“La estrategia defensiva fue propia de un sofista para engañarlo a usted, señor presidente”, enfatizó Márquez dirigiéndose al presidente del tribunal, y tampoco escatimó críticas para los testigos de descargo (familiares y vecinos de Almada) “que mintieron cuando aseguraron que el acusado había estado en Hernando la noche del asalto, celebrando el cumpleaños de su hermana”.

Sobre el final, consideró que había sobrados elementos de prueba como para condenar al trabajador de la construcción como coautor de “robo calificado por uso de arma” y solicitó una pena de seis años de prisión efectiva, accesorias de ley y las costas del proceso.

Posteriormente, el juez Gandarillas les concedió la palabra a los demás actores del proceso. Primero expuso el abogado Ricardo José Vera, representante de Balario en calidad de querellante particular, y luego el ya mencionado Andrada.

Sin embargo, tanto el acusador privado como el codefensor de Almada (Fernández no alegó) se limitaron a adherir al pedido de Márquez, por lo que sus exposiciones no demandaron más de un minuto.

El debate se cerró luego que el camarista le otorgara la “última palabra” al acusado (no agregó nada) y después de unos 40 minutos el secretario Guillermo Picco dio lectura a la parte resolutiva de la sentencia, mediante la cual impuso la condena requerida por el fiscal.

 

Causas pendientes

Marcelo Almada se encuentra detenido desde el 30 de septiembre de 2015 (hoy cumple un año y nueve meses “a la sombra”) y como se trata de un convicto primario, podría obtener la “libertad condicional” cuando cumpla las dos terceras partes de la condena (o sea, cuatro años), el 30 de septiembre de 2019.

No obstante, el albañil domiciliado en Hernando tiene tres causas penales abiertas en los Tribunales de Río Tercero por su presunta participación en diferentes hechos de robo registrados en su ciudad, por lo que hasta tanto no se resuelvan las mismas, no quedará libre.