Después de varios meses de un silencio autoimpuesto, el exgobernador volvió “al ruedo” ayer recibiendo al primer candidato de Unión por Córdoba para las legislativas y dialogando con tres medios de la provincia. Habló bien de Schiaretti, de Gill, de Accastello, de Veglia… y mal de Macri. ¿Y Odebrecht?
Luego de la entrevista que mantuvo ayer en Río Cuarto con el candidato Martín Llaryora, el exgobernador José Manuel de la Sota decidió volver a los medios y uno de los elegidos fue EL DIARIO del centro del país.
“Estuve dando clases en la universidad de Pitsburg, Pensilvania (Estados Unidos); en la de Salamanca y en la Rey Juan Carlos de Madrid (España)”, comentó al comienzo, cuando se le preguntó por su ausencia de los últimos tiempos.
–¿De qué tratan sus clases, doctor?
-Son seminarios que duran 24 horas, divididas en tres jornadas, y versan sobre “La teoría del gobierno abierto”, en las que tratamos de dar pautas necesarias para reconciliar al Estado con los ciudadanos, con los reclamos cada vez más urgentes de las personas… Antes, cuando un gobierno asumía, tenía un período de gracia, una luna de miel inicial; en cambio, ahora, un presidente presta juramento y al otro día tiene 3.000 e-mails de ciudadanos que le piden soluciones. Esta situación, estas urgencias están haciendo tambalear a muchas democracias. En Francia, sin ir más lejos, el flamante presidente Emmanuel Macrón ya debió apartar a dos de sus ministros salpicados por casos de corrupción.
–¿En qué consiste básicamente la teoría que enseña?
-Nuestra teoría pasa por cuatro pilares: transparencia, rendición de cuentas, participación ciudadana y colaboración ciudadana. A la transparencia la asociamos con lo que llamamos open data, a la rendición de cuentas no la vinculamos solamente con mostrar los datos de la economía, sino con el cumplimiento de las promesas de campaña, con la participación ciudadana apuntamos a la apertura de canales de comunicación de ida y vuelta con la gente, y a la colaboración ciudadana con dar posibilidad concreta de acercar y explicar sus propuestas…
–Doctor, mientras usted diserta sobre transparencia, aquí hay quienes recuerdan su paso por Brasil como embajador y lo vinculan con la investigada empresa Odebrecht…
-Yo no estoy en los Papeles de Panamá, no estoy en las cajas negras de las empresas brasileñas. Mienten. No contesto sobre mentiras…
La conversación sobre el tema se extiende, el exmandatario provincial proporciona una serie de datos, pero hace expreso pedido para que no se publique ese pasaje de la charla (“Se lo digo a usted, porque me interesa que lo sepa, pero no quiero que dos o tres personas que están en campaña y que no juntan ni tres votos, se agarren de mis palabras para seguir haciendo política barata”).
–¿Cómo lo ve al candidato Llaryora? ¿De qué hablaron?
-De la campaña, claro. Yo creo que Martín es el mejor símbolo de la renovación de la política. Aunque junto a él están Daniel Passerini, que tiene 40 años, Pablo Cassinerio, que tiene 32… Y con ellos la experiencia de Alejandra Vigo que entiende perfectamente toda la cuestión social… Me vinieron a proponer una candidatura a mí, que fui diputado nacional con 35 años. Yo dije que no era bueno que se vieran los mismos nombres de siempre…
–¿No incluye a Martín Gill en la renovación?
-Sí, claro. Yo hablaba de la lista para las legislativas. Martín es uno de los mejores proyectos de Unión por Córdoba, como lo es el intendente de Río Cuarto, Juan Manuel Llamosas, de 40 años.
–¿Le orecieron la candidatura? ¿O sea que con Juan Schiaretti todo bien?
-Con Juan somos un caso raro de la política y del peronismo. Generalmente, cuando asume un gobernador peronista en una provincia, habla mal del anterior gobernador peronista. Nosotros tenemos un método infalible: cuando uno gobierna, el otro está en la tribuna aplaudiendo y no se mete. Nosotros tenemos algunos criterios diferentes, pero nos respetamos.
–¿Qué es lo que cuestiona?
-Nada. Vamos casi por el mismo camino en busca del bienestar del pueblo.
–Vamos finalmente al plano nacional. ¿Cómo observa al Gobierno que encabeza Mauricio Macri?
-Veo con preocupación cómo se están equivocando. No se trata de si después dan marcha atrás. ¿No se dan cuenta? ¿De qué sirve estar siempre pidiendo perdón? ¿Cómo pueden tomar medidas tan horribles como la quita de pensiones a familias que conviven con la discapacidad? ¿No pensaron antes? ¿No piensan? O lo del Correo Argentino. Después sale Oscar Aguad a decir que el presidente no sabía nada… Es una actitud que no es buena. Promueven la división de los argentinos desde la derecha…
Como no tienen realizaciones para mostrar, muestran los errores del Gobierno anterior. Eso no nos lleva a ningún lado.
Ping Pong sobre algunos villamarienses
José Manuel de la Sota aceptó dar su opinión sobre algunos políticos villamarienses…
Amadeo Sabattini: “Un gran gobernador. Le hubiera hecho muy bien al país que hubiese aceptado ser vicepresidente de Perón”.
Miguel Veglia: “Le tenía un gran respeto al intendente Veglia. Mantuvimos una buena relación de amistad”.
Eduardo Accastello: “Fue un gran intendente, que hizo mucho en Villa María”.
Nora Bedano: “Es una legisladora excelente, muy comprometida con los temas que preocupan a la gente”.
Martín Gill: “Parte de la nueva generación. El árbol que no da frutos se seca; si un partido no genera hombres como Martín, no tendría futuro. Tiene experiencia como legislador, como rector de una universidad y se sigue capacitando desde la gestión”.
Sergio Vaudagnotto