La presencia de agentes de tránsito en la costanera genera que muchos motociclistas intenten esquivarlos, metiéndose a contramano y transitando a altas velocidades. Para algunos frentistas, los controles son “pasivos” y permiten este accionar
Este fin de semana, y como suele ocurrir habitualmente durante los sábados y los domingos, la Dirección de Tránsito de la Municipalidad de Villa María dispuso de la presencia de agentes apostados en varios sectores a lo largo de la costanera.
Este operativo fue fuertemente criticado por algunos vecinos que observaron (y que dicen observar cada vez que se llevan a cabo) la “baja efectividad” que tienen.
En algunas ocasiones, se dispone el corte de la costanera para el paso de vehículos. El domingo esto no sucedió. En ese sentido, una mujer que observaba el accionar de los agentes desde la vereda de su vivienda, comentó: “Es más el caos que ocasionan que la prevención que pueden llegar a generar”.
Esto lo argumentó al comentar que “uno mira permanentemente cómo una cantidad enorme de personas en moto pegan la vuelta prácticamente en la cara de los agentes, metiéndose a contramano y por cualquier lado”.
Estar algunos minutos en el sector de la costanera el domingo eran suficientes para confirmar lo que la frentista planteó. Podría aseverarse que la presencia de los agentes, con la característica campera amarilla, no eran en el contexto de un control, ya que en ningún momento se constató que detuvieran vehículos o que pidieran papeles.
De todas formas, fue permanente la actitud de los motociclistas que transitaban sin casco e, incluso, de aquellos que sí lo portaban: al observar a los agentes y a los conos, clavaban los frenos y pegaban la vuelta a gran velocidad en sentido contrario.
“No les importa nada, se meten por el medio de los dos carriles, le pasan extremadamente cerca de los autos, y los de tránsito, los vean o no, no hacen nada, si es que pueden hacer algo”, planteó un adulto mayor por la zona del polideportivo.
“Antes, por lo menos, hacían controles poniéndose en lugares que uno supone estratégicos, donde si el que viene sin casco los quería esquivar metiéndose por otro lado, se encontraba con otros agentes, y caía sí o sí; ahora eso no se ve y la presencia de estas personas es muy pasiva ante la enorme cantidad de motos que tenemos en Villa María”, remarcó el señor.
Es común observar que muchos motociclistas conducen a altas velocidades, con poco respeto por los peatones, o transitan con descuido por sectores donde muchas veces no hay espacio suficiente para el paso, lo que obliga a los vehículos a “pegar volantazos”.
“Tampoco es algo nuevo, esta cantidad de motos hubo siempre, creo que tienen mucha suerte porque no ocurren tantos accidentes como podrían ocurrir por la forma en que manejan”, cerró un comerciante del sector.
Celebran hoy los cuatro años de los laboratorios
Hoy se llevará a cabo un acto en el Campus en conmemoración de los cuatro años que cumplen los laboratorios de la Universidad Nacional de Villa María. Se trata de la obra que se inauguró en 2013 y que tiene 1.200 metros cuadrados, surgida a partir de la demanda de docentes e investigadores.
Los laboratorios permitieron que los equipos de investigación dispongan de una infraestructura adecuada y un mejor equipamiento. Docentes, investigadores y estudiantes utilizan estas modernas y amplias instalaciones, aportando conocimientos en áreas claves para el desarrollo regional.
Posteriormente, con la creación del Centro de Investigaciones y Transferencia (CIT) se consolidó el nexo entre el Conicet y la UNVM permitiendo grandes avances para la institución y constituyéndose la universidad como receptor e impulsor de distintas estrategias orientadas a promover el desarrollo científico-tecnológico en la región y en el país, mediante la formación de recursos humanos especializados, la generación y transferencia de conocimientos con fuerte anclaje local y regional.