En Colombia se empieza a respirar la paz y todo lo bueno que trae aparejado consigo. La capital del país, una de las más pobladas del continente americano, ahora cuenta con el mayor jardín vertical del mundo.
Este tipo de edificios que ya son más frecuentes en España e Italia, traen una serie muy grande de beneficios sobre todos en ciudades tan pobladas.
El edificio Santalaia está completamente cubierto con una exuberante capa de 115.000 plantas de 10 especies diferentes que se extienden por 3.117 metros cuadrados.
El gigante jardín vertical tiene capacidad para producir anualmente oxígeno para más de 3.100 personas, procesar 774 kilos de metales pesados, filtrar más de 2.000 toneladas de gases dañinos y capturar más de 399.62 kilos de polvo.
Además, reduce la temperatura ambiente, disminuyendo las islas de calor en la ciudad y neutraliza la huella de carbono equivalente a 700 personas.
Concluido en 2015, después de más de un año de planificación, el edificio residencial multifamiliar de nueve pisos fue construido por la empresa de infraestructura verde Groncol, una empresa de paisajismo urbano, especialista en jardines verticales que desarrolló un sistema innovador llamado F + P, patentado por el biólogo y botánico Ignacio Solano.
“Un edificio debe aumentar el confort y el bienestar de sus habitantes, y el arquitecto quería la sensación de estar rodeado de plantas, para no sentir como si estuviera viviendo en un ambiente urbano y denso como lo que tenemos en Bogotá”, dijo Pablo Atuesta, gerente general de Groncol.
Un sistema de riego hidropónico especialmente diseñado abastece el enorme jardín vertical, que también posee un sistema de reciclaje de agua y reutilización de aguas de las duchas y lavamanos de los residentes.
“Entre muchos detalles técnicos, instalamos sensores de humedad y radiación para optimizar el consumo de agua, así como la instalación de una estación de tratamiento de agua para que no haya ningún desperdicio”, agregó Atuesta.