Su bebé sufrió una dermatitis por utilizar los tradicionales y empezó a confeccionarle sus propios paños. Ahora tiene un emprendimiento con su amiga y ofrecen distintos productos saludables para mujeres y niños
Los pañales de tela son ese tipo de producto que suelen espantar a padres y madres “modernos” que prefieren lo rápido, simple y, sobre todo, no quieren sumar una prenda más al listado del lavarropa.
Pero son reiterados los casos de niños y niñas que sufren problemas en la piel por usar pañales descartables que entre sus componentes tiene hasta derivados del petróleo.
Así sucedió con la pequeña hija de la villamariense Magalí Plovanich, a quien los paños tradicionales le generaron una dermatitis y decidió -viendo tutoriales de Internet- confeccionar sus propios pañales.
“Mucha gente piensa que son difíciles de lavar, pero con apenas refregarlos bajo el agua de la canilla antes de meterlos en un lavado rápido del lavarropas es suficiente”, aseguró la emprendedora local. Magalí, junto a su socia Mónica, también confecciona toallitas femeninas y bandoleras para bebés, todo de tela.
Los pañales son ajustables mediante un sistema de broches que permite convertirlo en tres tamaños distintos, de modo que le sirva al bebé desde el mes hasta los tres años.
Al mismo tiempo, el sistema de “bolsillos” internos -que son los que absorben la mayoría de los desechos del niño- permite que sea más rápido el lavado y, al ser prendas pequeñas, no lleve demasiado tiempo en secarse.
“Fuimos investigando cuáles eran las telas más nobles para cuidar a los bebés y que al mismo tiempo sean duraderas”, comentó Magalí.
Cuidar el bolsillo
Magalí asegura que el público de Mita’i -así se llama el emprendimiento- “está muy comprometido con el medioambiente, entonces apostamos a eso”, pero sin olvidar el factor económico, ya que representa un ahorro usar pañales de tela frente a los descartables.
“Hay mujeres que nos han comprado toallitas de tela por indicaciones de su ginecólogo”, señaló Plovanich.
El sitio Bebés y Más, en uno de sus artículos afirma que un pañal descartable puede tardar entre 100 y 300 años en degradarse y uno ecológico, siete.
Además, por ser la celulosa uno de los materiales principales con los que se fabrican los descartables, se calcula que hacen falta unos cinco árboles por niño para sostener la industria de los pañales desechables. También fabrican portabebés ergonómicos que no lastiman ni al niño ni al adulto que lo lleva.
