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Careo entre Mojarrita Carranza y las extrabajadoras municipales

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Careo entre Mojarrita Carranza y las extrabajadoras municipales
El 1 de agosto se llevará a cabo una nueva audiencia. Será la última

Se llevó a cabo ayer una nueva audiencia en el marco del juicio iniciado por la exempleada Ivana Chialvo por acoso sexual y laboral contra Rubén Quevedo y la Municipalidad. En el careo, las partes se sostuvieron en sus dichos

El 1 de agosto se llevará a cabo una nueva audiencia. Será la última

“Juro por mis nietos que jamás le hice un chiste a una compañera por alguna parte de su cuerpo”, dijo Fabián “Mojarrita” Carranza frente a Nadia Brossard y Marisa Villarreal, quienes se desempeñaron en el área de Tránsito de la Municipalidad, donde sucedieron los hechos que llevaron a juicio al exsecretario general del Sindicato de Empleados Municipales (SUOEM), Rubén Quevedo, y a la propia Municipalidad.

Las mujeres ratificaron que mientras trabajaron en el lugar tuvieron que escuchar expresiones ofensivas. Incluso, Brossard se mantuvo en lo dicho en la primera declaración cuando, según su testimonio, Carranza llegó con EL DIARIO en la mano donde se había publicado la denuncia de nueve trabajadoras del sector diciendo: “Hace tanto lío, si solo le pedí el cu… una vez”, en alusión a una de las denunciantes.

Terminado el careo en el que las partes mantuvieron sus dichos y ante la ausencia de la psiquiatra que había sido citada a declarar, se dio por concluida la audiencia.

La jueza Liliana Cuevas de Atienza, quien preside el debate, dispuso realizar la próxima el 1 de agosto a las 9.30, donde se tomarán los últimos testimonios y se escucharán los alegatos de los abogados de las partes a fin de concluir con el juicio que lleva años sustanciándose y que comenzó a ventilarse en la Cámara del Trabajo de Villa María en noviembre del año pasado.

 

La denuncia

Como se recordará, Chialvo presentó en el año 2009, cuando todavía era dependiente municipal, una denuncia por acoso sexual y laboral.

El argumento es que la precarización que vivieron a consecuencia de ser contratadas en el área de Tránsito motivó una situación de vulnerabilidad que fue, según la denuncia, aprovechada por sus superiorees que pedían favores sexuales y a cambio hacían la promesa de renovar el contrato.

Esta situación generó sozobra en la denunciante, quien expuso su situación junto a otras compañeras.

El caso de Ivana, que finalmente fue despedida de la Municipalidad, siguió adelante en un proceso judicial que ya lleva casi nueve años.

Chialvo acusa concretamente a quien entonces era su superior, Rubén Quevedo, de acosarla sexualmente y a la Municipalidad, que tras las denuncias despide a las mujeres y “asciende al denunciado”.

“Es al menos llamativo que después de tantos años que está esta causa en la Justicia no hayan hecho al menos una investigación interna para averiguar qué pasó”, dijo a EL DIARIO Cecilia Pérez Correa, abogada de Chialvo.

Explicó que el Estado tiene responsabilidad en evitar hechos de violencia de género “y no hemos visto el compromiso de las autoridades en todo este tiempo ni en la actualidad”, planteó.

Oscar Barroso, quien representa legalmente a la comuna en las audiencias, señaló tras la audiencia que “esto se debe aclarar porque ya está excediendo todos los límites”, al referirse a la incomparecencia de la psiquiatra, entendiendo que de volver a faltar debería ser traída por la fuerza pública.

Estuvo presente en la audiencia de ayer el acusado, Rubén Quevedo, junto a su letrado, Jorge Olmedo.

 

Exbecarias

Vacaciones no gozadas, olvidadas

Las trabajadoras del área de Salud de la Municipalidad de Villa María reclamaron cinco días de vacaciones que les adeudaban del tiempo en que estaban como becarias.

Según pudo conocer este medio, las trabajadoras le recordaron al secretario de Salud que habían quedado esos días de vacaciones sin habérselas tomado, pero tras consultar el funcionario les respondió que ahora como no son más becarias, sino que revisten como contratadas de la Municipalidad, esos días quedarán en el olvido. Sólo pueden tomarse el descanso establecido en el contrato de dos semanas al año.