Argentina alcanzó a consumir 15 kilos de cerdo por habitante por año, lo que representa una suba en relación a estadísticas anteriores. Sin embargo, también crece la cantidad de toneladas de carne porcina que se importa, especialmente desde Brasil
Dos datos sobre la cadena porcina se confrontan con una realidad que tiene aspectos positivos y negativos para el productor: por un lado, aumenta el consumo de cerdos en Argentina y por el otro, crece la importación de esas carnes.
La buena noticia es que el consumo de carne porcina superó la barrera de los 15 kilos por habitante por año.
La marca se registró en el mes de mayo, cuando se llegó a los 15,05 kilogramos promedio por año, según datos del Ministerio de Agroindustria de la Nación.
De esta manera, el consumo de cerdo alcanzó un nuevo récord en el país. El dato más alto se había producido también en 2017, con 13,78 kilos por habitante por año en marzo pasado. Mayo de este año superó esa línea e incluso estuvo por encima del nivel alcanzado en diciembre del año pasado, de 13,69 kilogramos.
Para lograr esta meta, el relevamiento oficial señala que en mayo hubo un crecimiento interanual del 11,22%. Precisamente, en el mismo período evaluado de 2016 se registró un consumo de 13,53 kilogramos por habitante en el año.
La tendencia de crecimiento se consolida, de acuerdo a los datos oficiales. La suba interanual se sigue registrando mensualmente, en línea con el impulso que generan las políticas de promoción del consumo de cerdo, las bondades de los diferentes cortes y el sostenimiento de precios competitivos.
La peor noticia para el sector es que el país importó en junio más del doble de los cortes porcinos que ingresaron en el mismo mes del año pasado. Precisamente, la suba interanual fue del 115%, según un análisis que realizó la Asociación Argentina de Productores Porcinos (AAPP), en base a la información del Sistema Informático de la Aduana.