Afirman que son más seguros para la salud y evitan el desecho masivo de alimentos. Carnes y algunos vegetales serán los pioneros
La industria alimentaria argentina recibió una noticia tan revolucionaria como polémica. El Código Alimentario Nacional permitirá a los productores de alimentos utilizar un método de conservación basado en tecnología nuclear, que consiste en exponer la comida a breves dosis de radiación gamma para eliminar sus microorganismos.
Esta nueva generación de alimentos “larga vida” incluye carnes frescas conservables hasta un año sin refrigerar y vegetales que duran mucho más de lo habitual sin pudrirse o brotarse.
La práctica, conocida como irradiación de alimentos, solo se permitía para tratar unos pocos vegetales que casi no llegaban a las góndolas.
Desde muy pronto, una resolución conjunta de los ministerios de Agroindustria y Salud habilitará el empleo de la técnica en carnes (de vaca, pollo, cerdo y otras), pescados y mariscos, frutas y vegetales frescos, bulbos y tubérculos, cereales, legumbres, semillas y otros.
Para realizar este proceso, los productos ya envasados son llevados a plantas especiales que usan cobalto 60, un material radioactivo. Simplemente, el alimento queda varios minutos o hasta horas frente a la fuente de radiación, tras lo que ya está listo para ser vendido con una vida útil varias veces mayor.
¿Es seguro?
Cuando se habla de radiación, lo primero que se asocia es peligro. Sin embargo, las autoridades sanitarias aseguraron que se trata de un proceso seguro.
La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) lo definió como “un método físico más de conservación que se emplea con un propósito tecnológico o sanitario”.
Además, sentenciaron que la comida irradiada no le hace ningún daño a la salud y garantizan que mantiene el aspecto, el sabor y los nutrientes originales.
Por su parte, Gerardo Leotta, miembro de la red de Seguridad Alimentaria del Conicet, aseguró que la medida responde a una demanda de mayor seguridad de la industria alimentaria.
“Trabajaron muchos investigadores y se llegó a la conclusión de que, por ejemplo, en las carnes, la irradiación aporta mayor seguridad desde el punto de vista microbiológico y más vida útil, en combinación con el frío”, explicó el especialista.
Sin embargo, los consumidores tendrán la posibilidad de elegir qué tipo de producto consumir. Este tipo de alimentos deberá llevar un logotipo especial llamado Radura y un mensaje que diga “tratado con energía ionizante”.
Los primeros en llegar a las góndolas serán cortes de carne, chacinados, embutidos, tubérculos y cítricos.
Prevención de enfermedades
La Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) fue una de las impulsoras del cambio. Según los especialistas, la comida irradiada ayuda a prevenir enfermedades transmitidas por alimentos, como salmonella, cólera, listeriosis o infecciones por Escherichia coli.
Además, aseguraron que evita el uso de fumigantes y conservantes químicos posiblemente tóxicos o contaminantes.
Otro de los beneficios se apoya en la mejora de la asistencia alimentaria en catástrofes, en tanto que permitirá preparar viandas seguras para pacientes inmunodeprimidos.
Y un dato de vital importancia: afirman que se reducirá la enorme cantidad de comida que comercios y hogares tiran a la basura por haberse echado a perder.
“Los ensayos muestran que se puede pensar en triplicar la vida útil de las carnes rojas y blancas o llegar a conservarlas hasta un año sin cadena de frío, combinando la irradiación con envasado al vacío y otras tecnologías”, indicó Daniel Perticaro, gerente general de Ionics, la única empresa privada que irradia alimentos en el país.
Un claro ejemplo se daría en el pescado, que con esta nueva tecnología podrá mantenerse fresco por 45 días, en vez de cuatro.
Más alimentos
Especialistas de la CNEA revelaron que se busca aplicar la radiación en alimentos como papa, cebolla y ajo, ya que aducen que el 30% de lo que se tira es por brotes. “Pero con irradiación llegan a durar más de un año. En frutas como uvas de mesa, al controlar los hongos su vida útil se duplica”, añadieron.
Existen en la actualidad dos plantas de irradiación en la Argentina: una en Tigre (Ionics, de capitales privados) y la otra en Ezeiza (CNEA).
Con esta nueva medida se espera que la habilitación promueva la construcción de otras en todo el país, por el fuerte interés que la práctica despierta en cadenas productivas claves.
Así que a prepararse a los nuevos alimentos larga vida que próximamente llegarán a las góndolas. Los primeros serán cortes de carne, chacinados, embutidos, tubérculos y frutas como los cítricos.