Inicio Locales Tejer el futuro con sus propias manos

Tejer el futuro con sus propias manos

0
Tejer el futuro con sus propias manos
El taller, durante una visita reciente que le realizó el intendente Gill a las tejedoras

Cuatro mujeres fabrican trapos de piso con telares gestionando su propio emprendimiento, que fue posible gracias al apoyo del municipio, de AERCA y del Ministerio de Producción

El taller, durante una visita reciente que le realizó el intendente Gill a las tejedoras

Patricia, Tamara, Yamila y Natalia son jefas de hogar. Viven en barrio Los Olmos de esta ciudad, tienen hijos a su cargo y hasta hace poco tiempo no tenían trabajo.

Cuatro telares, cursos de aprendizaje y su empeño y el acompañamiento de la sociedad a través de la Intendencia y el empresariado lograron transformar sus realidades: el taller que llevan adelante llega a producir 500 trapos de piso en una sola jornada.

Este emprendimiento fue posible por la articulación entre el municipio a través del MuniCerca Nº 6, la Asociación de Empresarios de la Región Centro Argentino (AERCA) y el programa Capital Semilla del Ministerio de Producción, que permitió la adquisición de los cuatro telares para la fabricación de los paños.

Hoy, con la iniciativa en marcha y una importante producción, las cuatro integrantes realizan los trámites pertinentes para su constitución como cooperativa, entidad de la economía social para la cual eligieron el nombre Flor de Loto.

Las trabajadoras se muestran conformes con el giro que dio su realidad. “Significa mucho, es un sueño que tuvimos y pudimos concretar”, comentan.

 

“Capacitarnos…”

Y enseguida ponen el acento en lo que falta: “Tenemos que capacitarnos, estamos aprendiendo a caminar, pero antes estábamos sin trabajo”.

Días atrás, en un espacio del centro vecinal de barrio Los Olmos -donde instalaron los telares-, comenzaron a recibir capacitación y realizaron la puesta a punto de las máquinas para poder mejorar la producción.

El intendente Martín Gill estuvo presente y puntualizó en el lugar que “a los problemas hay que enfrentarlos e ir resolviendo de a uno y en este caso hay cuatro jefas de familia, con hijos, que de esta manera pueden ganar su aporte con trabajo”.

Las emprendedoras fabrican poco más de un centenar de trapos por máquina en cada jornada. De esa producción una parte ya está vendida a la firma que proveyó los telares, de manera que cuentan con un ingreso básico asegurado.

El desafío es ahora afianzarse y crecer. Para eso planean buscar nuevos mercados donde ubicar los trapos. Además, están estudiando diversificar la producción con mantas, cubrecamas y otros productos.