Tras la visita presidencial, en la que dominó la escena la actual auditora general, se produjo una interna puertas adentro del Gobierno local. Se filtró que Pagliero buscó cerrarles las puertas a Peressutti, y luego Curetti hizo un controvertido posteo público en Twitter
La reservada reunión que mantuvo el presidente de la Nación, Mauricio Macri, el miércoles pasado en Villa María tuvo una inesperada derivación política e institucional, con una interna dentro del Gobierno de Martín Gill y el pedido de sanción por parte de un concejal.
Como se conoce, Macri se encontró con integrantes de la ONG Vínculos en Red y de la Asociación de Travestis y Trans, en el albergue para víctimas de trata que se construye en barrio La Calera, para el cual el Estado nacional hizo un aporte de 2,6 millones de pesos.
Vínculos fue creada por la actual auditora general de la ciudad, Alicia Peressutti, quien llegó al cargo con la misma boleta que llevó a Martín Gill al poder, por entonces bajo el sello del kirchnerismo. Al parecer, muchos no despegaron el rol institucional de Peressutti del de militante por la concientización de la trata de personas.
El jueves, un medio digital dio a conocer un audio de Lucas Pagliero, el subsecretario de Descentralización Territorial del municipio, quien aparentemente se dirige a otros integrantes del Gobierno. “Compañeros. Queridos. Demás está decir que la próxima vez que la Peressutti llame para hacer una actividad con los MuniCerca o hacer recorridos que ella hace para sacarse la foto le responderemos: ‘Que se lo pida a Mauri (por Macri) que le salga a hacer un recorrido. Hija de una gran p…”.
Horas después, en tanto, sorprendió un posteo en Twitter de una funcionaria de primera línea del Ejecutivo, Celeste Curetti, la secretaria de Unidad Intendencia, un cargo de relevancia en el organigrama. “Pero la reconc… del loro… de nuevo los puristas se ofenden con una puteada. Sean coherentes, muchachos, que todos decimos malas palabras”, escribió públicamente en su cuenta.
Ambas reacciones generaron la intervención de un concejal de la oposición. Desde el bloque Juntos por Villa María, el radical Gustavo Bustamante realizó una presentación ante el Ejecutivo (de alguna manera a cargo del presidente del Concejo Deliberante, José Carignano, por ausencia de Gill, aunque formalmente solo está para el despacho de “cuestiones urgentes”) en la que pide que se tomen medidas.
“La Carta Orgánica es muy clara sobre el comportamiento hacia los vecinos y también sobre el respeto por la investidura y la institución”, señaló el edil en diálogo con EL DIARIO.
Objetó que haya “funcionarios que utilizan la herramienta del Estado para definir qué se hace con personas de un pensamiento o de otro o en un mundo donde queremos fomentar las libertades”.
Recalcó que en una ciudad que quiere ser del aprendizaje, los funcionarios deben dar el ejemplo.
“Pido que se tomen medidas tanto hacia Curetti como hacia Pagliero, por la responsabilidad que tienen. Representan a un Estado municipal y en un momento en que se habla tanto de la grieta, no veo nada que trate de sanarlo. Empecemos a dar gestos”, señaló.
Cuando se le consultó su visión sobre la eventual privacidad del audio de Pagliero, consideró que “es muy finito el límite cuando sos una persona pública” y subrayó que lo que allí se evidencia es “un mensaje entre instituciones públicas, no es un audio de un funcionario a un amigo, sino de alguien usando su lugar y función para dirigir su mensaje a otro sector público”.
“Es algo que hay que cambiar”, indicó.
En tanto, consultada por este matutino, Curetti dijo que se refirió solo a la polémica que causó el insulto de Pagliero y que “de ninguna manera” avaló que se le cierren las puertas a Peressutti (ver recuadro).
Por su parte, la auditora también fue abordada por este diario pero dijo que prefería no hacer declaraciones públicas.
Curetti aseguró que solo tuiteó sobre “la mala palabra” y no sobre el resto del audio
“Mi comentario hizo solo alusión a que todos usamos malas palabras y que por eso no se puede condenar a una persona. No hice alusión a nadie”, fue lo primero que dijo ayer Celeste Curetti a EL DIARIO.
La funcionaria contó luego que cuando el audio saltó a la luz pública estaba en Córdoba por cuestiones de la gestión y que cuando retornó se lo hicieron escuchar. “No recuerdo bien lo que dice”, aseguró ayer.
Reiteró que ella hizo el posteo solo en referencia “a la mala palabra, todos decimos y está claro que lo mío fue una ironía”.
Además afirmó que “cada uno puede exponer y expresar lo que quiere en democracia, sí coincido en que debe ser sobre la base del respeto, pero un exabrupto lo tiene cualquiera”.
“Me gustaría que los medios nos cuestionen por cosas que hacemos o no hacemos, no por las cosas superficiales como si digo o no una mala palabra”, añadió.
Este medio le dijo que ese insulto se dio en un contexto, el de dejar afuera a Peressutti. Entonces, Curetti respondió que ella en su Twitter no hace referencia “a lo que Lucas dijo eso”.
“De ninguna manera avalo que se le cierren las puertas, debería escuchar de nuevo el audio… si hay algo que tiene esta gestión es la tolerancia a las diferencias políticas que pueda tener alguien que ocupa un cargo o no”, destacó. “En el municipio hay mucha gente de la gestión anterior que no concuerda con lo que nosotros pensamos, decimos o hacemos. De hecho no sé si Alicia tiene una definición partidaria”, cerró.