Justo una semana después, la Policía encontró la caja en la necrópolis cabralense, distante a menos de 10 kilómetros de donde la sustrajeron. Estiman que está toda la documentación
Personal policial encontró la caja fuerte robada a la Cooperativa Eléctrica y de Servicios Públicos de Luca en las inmediaciones del cementerio de Arroyo Cabral, unos cien metros detrás. Se trata de un lugar poco visitado, a pesar de que el del cementerio es el mismo acceso de la ruta hacia la Estación Transformadora de la Empresa Provincial de Energía de Córdoba (EPEC). El sector, aunque poco conocido por los lugareños, suele ser mencionado como «el montecito» o «la casa del Negro Aguilar», ya que era una tapera y un viejo molino donde vivía una numerosa familia de una suerte de cuidador del «camposanto». El dato no es menor para la investigación, debido a no es habitual ni muy frecuentado el punto donde se encontró destruida la pesada y antigua caja fuerte (cerca de 400 kilos).
Una fuente confió que la encontraron en horas de la siesta y a raíz de las pesquisas realizadas por los integrantes de la Subcomisaría Arroyo Cabral e Investigaciones de la Departamental San Martín.
Movimiento
Si bien la información trascendió recién ayer, el hallazgo se dio el jueves y explica las distintas averiguaciones realizadas por la Policía durante el fin de semana. Los movimientos de la fuerza dieron cuenta de una actividad precisa, con una consigna puntual y el secreto bien guardado. Pese al hermetismo, el pueblo supo que se trataba de la caja fuerte robada.
En la víspera, confirmaron que el objeto se encontró, pero todos los detalles corresponden al secreto de sumario. Incluso los directivos de la Cooperativa de Luca no pudieron brindar mayores explicaciones, más allá de que fueron notificados el viernes. Apenas conocen que la documentación «estaría completa», sostuvo el gerente de la Cooperativa, José Luis Danna, al ser consultado por un periodista de EL DIARIO. Vale mencionar que esos papeles tienen gran valor y constituyen una gran preocupación para la entidad de la economía social, ya que se trata de Estatutos, Libro de Actas y toda la documentación de los vehículos de la flota cooperativista.
A raíz del hallazgo de la caja abandonada, los investigadores llevaron adelante una serie de allanamientos en la zona de Villa María y hacia Río Tercero, aunque no se conocieron los resultados. Sí se puede saber que están relacionados.
Despojados
El logro de dar con la caja se produjo justo una semana después del robo sufrido por la prestataria de servicios.
Ahora este elemento es sometido a los peritajes pertinentes para intentar que aporten alguna pista sobre los delincuentes.
Todo hace presumir que los ladrones evitaron portar esa evidencia, notable por cierto, y luego de abandonar y cambiar el vehículo en el acceso norte de Luca (hasta allí llegaron en una camioneta de la propia Cooperativa), apenas recorrieron ocho kilómetros hasta tomar el desvío al cementerio de Arroyo Cabral, 1,5 kilómetro antes del ingreso a esta localidad.
En ese sector, se despojaron de todo lo que los incriminara, menos de los billetes y pagarés, los que embolsaron para continuar la huida.
El rastro
Según los peritos, los delincuentes ingresaron por el lado del patio, tras forzar una reja y luego una puerta de aluminio. Una vez en las oficinas y ante la imposibilidad de abrir la caja fuerte, violentaron el candado y las trabas del portón del galpón del área de mantenimiento, donde se guardan los vehículos (una camioneta Toyota Hilux, un utilitario Renault Kangoo y un camión grúa) y las herramientas.
Con esas herramientas regresaron a las oficinas y arrancaron la caja fuerte, que pesa cerca de 400 kilos y estaba abulonada al piso.
Luego se apoderaron de la Hilux, donde, no sin esfuerzo es de suponer, cargaron la caja fuerte que se llevaron en el vehículo de la Cooperativa y desaparecieron en la oscuridad de la noche, por la ruta 158, en dirección norte, hacia Villa María.
Precisamente, la Patrulla Rural encontró la camioneta abandonada en el acceso norte de la localidad, con las llaves puestas, cerca de las 7, en la intersección de la última calle de tierra del pueblo y la ruta.
Se presume que allí los ladrones cambiaron de vehículo la caja fuerte y se alejaron del lugar sin dejar demasiados rastros.
El botín
El robo contempla un botín abultado y no menor despliegue por parte de los delincuentes. El grupo de desconocidos que llegó a la pequeña localidad de alrededor de 700 habitantes, ingresó a la madrugada del jueves 17 en el edificio de la Cooperativa y se llevó la caja fuerte en la que había cheques, dinero en efectivo y documentación.
El total de lo sustraído rondaría los 400 mil pesos: unos 350 mil en cheques de terceros y el resto en billetes de distinta denominación. Además, dentro de la caja había importante documentación, tres teléfonos celulares nuevos y un talonario con 40 cheques en blanco de la entidad.
Antigua, robusta y muy pesada
La caja fuerte pesa cerca de 400 kilogramos, según confiaron integrantes de la fuerza policial tras el hallazgo. Se trata de un objeto antiguo de aproximadamente un metro de altura por unos 80 centímetros de ancho y similar medida de profundidad. Vale mencionar que es de metal y fundición, con cerrojos varios, por lo que se necesitan al menos cuatro personas para poder cargarla. Eso confirmaría al menos el número mínimo de participantes en el robo de la Cooperativa de Luca.
La hora
El robo tuvo lugar entre las 2.30 y las 3.30 de la madrugada, según pudo saberse, hora en que una vecina que reside a pocos metros de la Cooperativa escuchó ruidos en el local que le llamaron la atención y la asustaron, según trascendió.
Sin embargo, no dio aviso a la Policía sobre lo que estaba ocurriendo.
Recién a las 6.30, cuando llegaron los dos primeros trabajadores de la Cooperativa, fue advertido el hecho.