El sábado pasado se reeditó una de las experiencias bolicheras más recordadas por los villamarienses y los nostálgicos de la región.
Volvió Kabranca a renacer en la confitería ubicada en la esquina de costanera y Naciones Unidas (hoy Jet-Set), para elucubrar una “burbuja en el tiempo” con música variada de décadas atrás (a cargo del DJ Diego Rivadera) y un vasto público que colmó las instalaciones ataviado con la etiqueta de “elegante sport”. Lo peculiar del regreso fue “la previa” con shows en vivo, desde las 23, a modo de “gancho” para empezar la velada más temprano. Esta vez se presentó la Embajada Musical de la Alegría, coordinada por José Luis Mateo, más la actuación de La Dupla, el histórico Grupo Saxo (con Angel Buggia, Manuel Fernández y Andrea Cardoso), más un grupo de bailarinas convocadas por Liliana Olmos.
La propuesta se repetirá el primer sábado de agosto.