Entre los “nuevos” en festejar títulos con Alem, sobresalió la figura de Maximiliano Páez. El Ojito hace tiempo que llegó al Tricolor y venía alternando en los últimos torneos. De todos modos, con el arribo de Morales, se edificó en el nueve del León y lo cumplió con creces.
“Hacía muchos años que la gente de Alem no tenía una alegría, por eso es importantísimo. Es una tarde muy feliz para nosotros y para todo el pueblo de Villa Nueva. Tenemos un grupo increíble que pasó adversidades y siempre supo que con esfuerzo podíamos llegar al título”, manifestó el atacante apenas finalizado el partido. En lo personal, destacó: “El cuerpo técnico me brindó toda su confianza y eso para mí fue clave porque cada vez que fui sumando minutos, partidos y goles crecí como jugador y comencé a madurar cosas que esperaba hace rato”.
“Pude marcar goles y eso es clave para los jugadores que vivimos de esto, pero la alegría es de todos. Estamos convencidos de que esto no termina acá, por el contrario, es el comienzo de lo que viene. Hay hambre de gloria y vamos a ir por el segundo campeonato”, comentó, y agregó que “cuando comenzamos en noviembre con este proyecto, sabíamos que teníamos carencias futbolísticas, pero que con sacrificio podíamos compensarlo. Y finalmente así fue porque paso a paso y sin sobrarnos nada, llegamos al campeonato”.
“Tengo una gran emoción por este título porque pocos saben todo lo que nos cuesta el día a día. Mi hijo y mi señora me iluminan hoy, por eso y por Alem, estos ojos llenos de felicidad”, finalizó.
Ayer fue una de las principales figuras y hace 15 días, en el mismo escenario, fue determinante en el pasaje a la final en los penales con Argentino. Sin dudas, el papel de Matías Gómez en este certamen fue consagratorio y por eso se mostró muy feliz por el primer título de su carrera, el cual “se disfruta el doble”.
“Agradezco a mis compañeros por el apoyo permanente tras volver de la lesión porque en lo personal fue muy difícil estar dos meses parado y por suerte volví de la mejor manera”, dijo a continuación y, sobre el partido, comentó: “Me puse mal cuando nos hacen el gol porque la pelota era mía, pero hice un paso y cuando quise volver, ya la pelota estaba adentro. De todos modos, en el vestuario, mis compañeros me dieron todo su apoyo, que no había pasado nada, y entonces entré lo más concentrado y no dejé entrar ninguna (risas)”. “Uno trabaja, viene, entrena, se pela el c… y entonces salir campeón con este club es un orgullo muy grande y ojalá que no sea el único, que pueda lograr muchos más títulos con este club”, concluyó.
Otro de los que dejó sus impresiones tras el título fue Yamil “Turquito” Elhall, quien remarcó que “cuando no te sobra nada, parece que tiene más sabor. Alem siempre ganó así y fue fiel a su historia. Universitario juega muy bien al fútbol, pero nosotros fuimos más inteligentes para resolver, por eso nos quedamos con el torneo”.
“Nos produce una felicidad inmensa a los que somos hinchas desde muy pequeños salir campeones en esta cancha. Pero no nos tenemos que quedar con eso, este debe ser el punto de partida para seguir mejorando y creciendo en todo sentido”, apuntó, y señaló: “Para que nuevas finales se jueguen acá hay que mejorar las instalaciones, brindar comodidad a la gente, como así también en vestuarios y la cancha. Sabemos del enorme esfuerzo que ha realizado la comisión y todo Villa Nueva para ponerla a punto y tener una alegría en casa”.
“En la jugada del gol (se ríe) patee yo, pero no sé si la tocó Páez. Es cierto que le dije al árbitro que él lo metió. Es un chico joven con mucho futuro, la viene remando desde 2012 y yo lo vi. Necesitaba el gol para ser goleador y verdaderamente las cosas personales no me importan, me interesa más que le sirva a Maxi porque fue muy cuestionado y me interesa que este grupo haya sido campeón”, subrayó.
En cuanto al duelo personal con su padre Julio (delegado de Universitario), resaltó: “Una situación media rara. El me ganó a mí en 2011, cuando jugaba en Yrigoyen, y hoy lo vi con lágrimas en los ojos porque sé que tiene una mezcla de sensaciones por su amor por Alem, porque un hijo estaba vistiendo esa camiseta y porque su trabajo está en Universitario, donde cosechó muchas amistades y cariño. Hoy me tocó a mí, pero él ya estaba emocionado antes de que comience la final”.
“Tengo una alegría inmensa. Es mi segundo título con la camiseta de Alem y salir campeón acá en la Leonera, con tu gente, tiene un sabor más que especial”. Así explicó su alegría otro Martínez en un título de Alem. Fabián, el Indiecito, volvió al club para el torneo nacional y después se quedó para volver a conquistar una corona en el plano local.
“El sueño había comenzado con nuestra participación en el Federal C, un certamen superior en el que fuimos eliminados, pero que resultó ser la base de este grupo campeón que inició Pablo Suárez, a quien saludo porque esto también es de él”, comentó a continuación y, haciendo un balance del campeonato, detalló: “En el inicio de la Liga no estábamos firmes, pero en la segunda mitad cambiamos el chip, metimos una seguidilla de triunfos que nos acomodó y nos fortaleció anímicamente para conocer hasta dónde podíamos llegar. Después llegaron los cruces y todos saben que ese es el fuerte de Alem y nosotros entendimos el mensaje”.
“La final fue muy intensa. Ellos tienen jugadores jóvenes que corren mucho y otros con mucha experiencia. Pelearon hasta el final por buscar el gol, pero la gloria afortunadamente estuvo de nuestro lado. Sólo la familia y la gente de Villa Nueva saben el sacrificio que hacemos para entrenar todos los días y poner el 100% de nuestras energías en este sueño. El campeonato es para todos ellos”, cerró.