El estilo de vida que es bueno para prevenir las enfermedades del corazón y el cáncer también lo es para mantener la salud del cerebro.
Si las personas cuidaran la salud de sus cerebros a lo largo de la vida se podría prevenir uno de cada tres casos de demencia, según un estudio internacional comisionado por la revista científica The Lancet sobre la prevención y el cuidado de la enfermedad.
Se estima que actualmente viven aproximadamente en el mundo 47 millones de personas con demencia. Pero para 2050 esa cifra aumentará hasta los 131 millones.
La buena noticia es que según los autores del estudio la demencia no es una parte inevitable del envejecimiento: se pueden adoptar cambios en el estilo de vida para reducir el riesgo de desarrollar esa enfermedad.
La investigación explora los beneficios de construir una suerte de «reserva cognitiva» en el cerebro: fortalecer las conexiones cerebrales de tal manera que este órgano pueda seguir funcionando en la tercera edad a pesar del deterioro.
La investigación, presentada durante una conferencia en Londres de la Asociación del Alzheimer, cita nueve factores de riesgo relacionados con el desarrollo de la enfermedad que se consideran potencialmente controlables.
- Pérdida de audición en la mediana edad – relacionada con un 9% de riesgo
- No completar la educación secundaria – 8%
- Fumar – 5%
- No buscar un tratamiento temprano para la depresión – 4%
- La inactividad física – 3%
- El aislamiento social – 2%
- La hipertensión – 2%
- La obesidad – 1%
- La diabetes de tipo 2 – 1%
Estos factores de riesgo, que según los autores son potencialmente modificables, suman un 35%. El restante 65% de probabilidad de desarrollar demencia se considera fuera del ámbito de control del individuo.
El director de investigación de la sociedad del Alzheimer, Doug Brown, dijo que todos debemos ser conscientes de los factores de riesgo y empezar a adoptar cambios positivos en nuestro estilo de vida.
«Aunque la demencia se suele diagnosticar hacia el final de la tercera edad, los cambios cerebrales normalmente empiezan a desarrollarse años antes», dijo el investigador líder del estudio, Gill Livingston, de la University College London.
Estas son cuatro recomendaciones basadas en los resultados del estudio de The Lancet.
- Seguir aprendiendo toda la vida
Los académicos estimaron que no completar la educación secundaria está asociado a un riesgo del 8% de desarrollar demencia. Los resultados de su estudio sugieren que los individuos que siguen aprendiendo o formándose durante toda la vida tienen una mayor probabilidad de desarrollar esas deseadas reservas cognitivas adicionales.
- Mantener una vida social activa
Un estímulo social rico también contribuye a fortalecer la salud del cerebro.
- Pedir ayuda médica temprana para la pérdida de audición y para la depresión
La pérdida auditiva en la mediana edad puede privar a la gente de un ambiente rico en estímulo social y cognitivo. También puede conducir al aislamiento social y la depresión, que son factores de riesgo de demencia modificables.
- No fumar, hacer ejercicio regularmente, mantener un peso saludable y tratar la hipertensión y la diabetes.
Uno de los mensajes clave del estudio de The Lancet es que el estilo de vida que es bueno para prevenir las enfermedades del corazón y el cáncer también lo es para mantener la salud del cerebro.
Los autores de la investigación dicen que no tenían suficientes datos como para incluir en sus cálculos otros factores como la dieta o el consumo de alcohol, pero creen que ambos podrían ser importantes.
Fuente: BBC, Londres.
Piden mayores controles en verduras por el abuso de agroquímicos
Un abogado de Rosario presentó un amparo ante la justicia federal y provincial para que el Estado garantice «el debido control de los alimentos que se consumen en nuestro medio», después de que un relevamiento realizado con escribana y analizado en los laboratorios de la Bolsa de Comercio detectara la presencia de 11 tipos distintos de agroquímicos en verduras, hortalizas y frutas que se venden en comercios de la ciudad.
Según detalló el abogado especialista en ambiente Enrique Augusto Zárate, tras analizar muestras de rúcula, pimiento, lechuga, apio, tomate, puerro, espinaca, zanahoria, frutilla y manzana tomadas en dos verdulerías se detectó la presencia de agroquímicos en el 75% de los elementos analizados.
En esa paleta de químicos encontrados en los alimentos hay de todo: algunos prohibidos total o parcialmente por la propia ley argentina; otros tolerados en Argentina pero prohibidos en otros países; otros cuyas mezclas no han sido estudiadas debidamente, y otros tolerados en el país pero aplicados en mayores dosis a las establecidas por el propio Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa).
La rúcula fue la verdura más «fumigada» de las analizadas con la presencia de cinco químicos diferentes incluyendo forato, un producto que desde 2011 no puede utilizarse en el sector agropecuario según la resolución de la Secretaría de Agricultura de la Nación.
Ese mix de químicos tiene además efectos no estudiados ya que algunos productos se potencian cuando interactúan con otros, algo más alarmante aún al tratarse de una verdura que se come cruda.
La investigación de Zárate, que comenzó en el año 2013, apunta a que los organismos del Estado competentes en el tema garanticen el debido control de frutas y verduras y pongan a disposición de los ciudadanos información actualizada sobre cómo se controla la presencia de agroquímicos en alimentos.
«Hasta ahora sólo he visto informes insuficientes y esporádicos» dijo el profesional, quien en los últimos días de junio presentó ante la Justicia los resultados de los análisis realizados por su propia cuenta. Ante esto, fue llamado a una audiencia de conciliación que tendrá lugar el próximo viernes.
«Esta presencia de agroquímicos es fruto del modelo agrícola elegido, que abrió las puertas para el ingreso masivo de estos productos. Nos hemos acostumbrado a esto y hemos perdido el valor de lo orgánico», agregó el abogado.
El primer relevamiento se hizo en un local de venta de frutas y verduras del microcentro en noviembre pasado con presencia de la escribana Gloria Gober. Tras haber sido remitidos al laboratorio de la Bolsa de Comercio para su análisis, los resultados de los mismos -donde se detectaron biocidas y plaguicidas- estuvieron listos en marzo de este año. «En el primer paneo se analizaron siete productos encontrándose restos de agroquímicos en el 100% de los productos», dice el documento judicial ofrecido como prueba por Zárate.
Fuente: La Capital, Rosario