
No hay vacunación contra ese tipo de hepatitis pero tiene tratamiento y cura. Sí existe la vacunación contra la del tipo B, pero muchos no se la aplican pese a que es gratuita. Admiten que hay “muchos casos” de tipo C en la ciudad

A mediados de la década del 2000 se detectó una alta prevalencia de casos de hepatitis C en Villa María. Desde entonces no hubo otro estudio similar, pero ayer diversos médicos coincidieron en que ven muchos casos.
Para la hepatitis C no existe vacuna, pero tiene tratamiento y cura. La hepatitis B sí se puede prevenir mediante una vacuna. Precisamente en base a ambos datos mañana se realizará en plaza Centenario de esta ciudad una campaña en el día en que se conmemora la lucha contra la enfermedad. Se harán testeos y vacunación, todo gratuito, de 9 a 15.
Para esta cruzada se unieron instituciones como el Rotary Club, Hospital Regional Pasteur, Universidad Nacional de Villa María, Fundación Hepacor, la Municipalidad de Villa María y la Unidad Centinela del Hospital San Roque de Córdoba.
Representantes de estas entidades presentaron la iniciativa en una conferencia que se efectuó ayer en el municipio.
“La hepatitis tiene que erradicarse”, señaló la infectóloga Graciela Ortega, quien subrayó que hay vacunas para la A y la B, y ahora hay tratamiento y cura para la C.
Precisamente, indicó que “los desafíos” son que la ciudadanía se vacune contra los tipos A y B, y que se entere si tiene el virus de la C, sobre todo habida cuenta de que “solamente el 5% sabe que lo tiene”.
Dijo que los tratamientos para este último tipo “son mucho más sencillos que antes” y especificó que consisten en “unos comprimidos durante 3 a 6 meses, la mayoría de los casos 3 meses”, obteniendo la cura “entre el 95% y el 98% de los casos”. Además, no todos deben tratarse.
Sobre la B, la profesional advirtió que si bien no hay cura, “afortundamente hay vacunas (consisten en tres dosis)” para evitarla, y ante preguntas explicó que cuando se tiene la enfermedad puede producir cirrocis y cáncer aunque “en menor porcentaje” que en las de otro tipo.
Sobre la hepatitis A, la médica comentó que se está vacunando a todos los niños y que gracias a esto “desaparecieron los trasplantes de hígado”. “Aquellos casos fulminantes por los que pedían en el Garrahan no existen más porque la gente se vacuna”, informó, pero apuntó que “los adultos y médicos de adultos nos olvidamos de indicar esta vacunación”.
“Debemos prevenir la B y la A, mientras que a la C, que no tiene vacunas, la diagnosticamos precozmente y la curamos”, resaltó. Además dijo que “estas vacunas previenen el cáncer de hígado”, por lo que llamó a “aprovecharlas, ya que son gratuitas y se están venciendo porque la gente no se las coloca”.
Por su parte, Miguel Tissera, de la Unidad Centinela del Hospital San Roque de Córdoba y presidente de HepaCor, una ONG que trabaja en el tema, calificó de “flagelo” lo que ocurre con la del tipo C, y recordó la alta incidencia de casos en Villa María alrededor del año 2005.
“Se estima que las personas nacidas entre los años 40 y 70 son las que más estuvieron en contacto con el virus”, puntualizó.
En ese marco, la también infectóloga Noelia Carreño (quien además es directora del Hospital Villa Nueva) recordó que aquella vez la prevalencia fue de más del 10%, un número “muy alto”, al tiempo que explicó que actualmente no tienen datos precisos. No obstante, ante la consulta de EL DIARIO respondió que los distintos médicos ven “muchos casos”.
La especialista llamó a hacerse el análisis, señalando que “todas las personas tienen que tener al menos un test en la vida”, recomendando el estudio “principalmente para mayores de 45 años, hijos de mamá con hepatitis C, personas transfundidas antes de 1992 porque no había los controles de ahora y personas con tatuajes o piercing en algún lugar no seguro”.
Sobre las vías de transmisión, Carreño detalló que la de tipo C se transmite “sobre todo por sangre”, siendo muy bajo el porcentaje por vía sexual. “Otras formas son por accidentes punzocortantes con sangre contaminada por el virus y, por supuesto, en aquellas personas adictas a drogas intravenosas”, añadió. Dijo además que hay un bajo porcentaje de transmisión de mamá a bebé en el embarazo y afirmó que no se da por saliva, leche materna ni besos.
En el caso de la B, “el 98% de las veces es por vía sexual”, por lo que convocó al uso del preservativo y también a la aplicación de la vacuna.
“No se cura, pero se trata en casos específicos cuando hay alteración del hígado. Tiene muy buen control, y es menor el porcentaje de quienes llegan al tratamiento”, declaró.
El secretario de Salud del municipio, Humberto Jure, dijo en la conferencia de prensa de ayer que mañana prevén colocar 200 dosis de vacunas en la campaña a efectuar en la plaza.
Aseguró que este vínculo con las instituciones “es el inicio de una serie de acciones conjuntas” en torno al tema. Y afirmó que se hará un estudio en la ciudad para conocer la prevalencia de la enfermedad y aplicar acciones para la vacunación para la prevención de la hepatitis B.