Es muy normal que la gran mayoría en algún momento haya presenciado comportamientos extraños en nuestros perros y es que normalmente, nuestras mascotas, sean adultas o jóvenes, tienen hábitos a la hora de morder, comer o masticar cosas u objetos extraños.
Sin embargo, estos comportamientos pueden ocurrir por distintas razones, solos o en conjunto. Incluso los veterinarios desconocen las necesidades por las cuales los perros comen tierra, sin embargo, hay algunos casos que nos pueden ayudar a comprender por qué lo hacen.
Entonces, ¿por qué mi perro come tierra?
Conducta
Si te hiciste la pregunta, es muy probable que hayas visto este comportamiento muy seguido en tu perro. A pesar de que existen muchos factores que pueden hacer activar esta conducta, no siempre es fácil identificar el factor determinante.
Pero si queremos entender el porqué de este comportamiento, es necesario conocer un poco de la fisiología del perro e incluso muchos de los dueños no toman en cuenta esto y es que es necesario saber que los perros en su totalidad no son carnívoros, o sea, obviamente les gusta comer carne, pero también se caracterizan en parte con los animales omnívoros.
Tengamos en cuenta que un perro callejero come todo lo que consiga para satisfacer sus necesidades, así como también los antepasados de los perros que se veían en la necesidad de cazar cualquier animal e ingerir todo de ellos, hasta el estómago y huesos, además de que los perros salvajes no pueden ser muy selectivos, así que comen cualquier cosa para nutrirse.
En cambio, el perro doméstico busca comer plantas como alimentos alternativos, por lo cual observamos que generalmente nuestros perros están constantemente olfateando y husmeando qué hay en el suelo, pero ¿por qué comen tierra? ¿Será por hambre?
No se puede descartar por completo esta respuesta, pero si no es por hambre, ¿por qué será?
Razones
La primera razón por la cual los perros comen tierra es que aunque creemos que los alimentos que les damos a nuestros perros ofrecen las necesidades correspondientes nutricionales, no es así.
Incluso si la comida que le damos es de buena calidad, los perros pueden desarrollar diferentes factores que los hagan deficientes en minerales, por ejemplo perros que son muy activos y energéticos pueden necesitar una cantidad mayor de minerales que aquellos perros que son tranquilos.
En estos casos de deficiencia mineral, el veterinario puede que diagnostique el problema con mayor facilidad e indique una dieta más balanceada y rica en minerales, ya sea por suplementos o alimentos de mejor calidad. Así que todo esto podría ser una razón válida por la cual los perros comen tierra, ya que posee bastantes minerales.
Otra de las razones por la cual un perro puede comer tierra es por un comportamiento inadecuado. En su mayoría, el aburrimiento es una de las principales razones, lo cual también puede desencadenar otros comportamientos no deseados.
De hecho, perros que estén aislados, sin atención, sin posibilidad de ser distraídos, pueden mostrar conductas depresivas. En estos casos es común que coman tierra por que los perros desarrollan comportamientos compulsivos, como lamer constantemente las patas, morder objetos o muebles o comer hierba y tierra.
Si ese es el caso, es posible que el perro este comiendo tierra nada más para pasar el rato. Además de que a pesar de que nosotros los humanos encontremos la tierra algo desagradable, es normal que los perros puedan desarrollar un gusto por ella, simplemente la encuentran sabrosa.
En la mayoría de los casos, los perros pueden encontrar componentes en la tierra que les gustan, como fertilizantes orgánicos, restos de frutas, raíces e incluso animales pequeños que les podrían parecer sabrosos aperitivos.
Ahora, si querés evitar que tu perro coma tierra, va a ser algo más complicado, pero podés comenzar por encontrar la verdadera razón por la que lo hace. Generalmente se desencadena por la alimentación, así que tenés que asegurarte que la dieta que tiene tu perro sea rica en minerales y de darle la atención que necesita para que no coma tierra por aburrimiento o rebeldía.