Una enfermera de la Clínica San Martín sufrió violencia laboral. Lo denunció y fue despedida. Ahora, le tuvieron que pagar por el daño moral causado
La trabajadora “ha sufrido mobbing en su ámbito de trabajo, donde realizaba tareas como enfermera. Este hostigamiento le ha provocado inseguridad, sentimiento de inutilidad, minusvalía, vacío interior, tristeza y angustia. Su conducta se ha vuelto pasiva, tímida, inestable y más dependiente…”. Así expresa textualmente el informe de la pericia psicológica que le practicaron a una trabajadora de la Clínica San Martín que fue despedida después de denunciar la situación.
Tras ser dejada sin trabajo, la enfermera inició una demanda en los Tribunales locales asesorada por el abogado laboralista Diego Sobrino. Con su patrocinio, reclamó el daño moral sufrido por los malos tratos padecidos.
El letrado expresó a EL DIARIO que “al llegar al fin del proceso, y antes de tomarse testimonio a los testigos citados, la mencionada clínica optó por ofrecer un monto considerable de dinero a la damnificada, equivalente a lo reclamado en la demanda más los intereses, lo que fue aceptado por ella y finalmente se puso fin al proceso”.
Es decir, la demanda había transitado la instancia de conciliación e iniciado el camino en la Cámara del Trabajo. Solo quedaban los testigos, alegatos y sentencia. Pero la empresa prefirió pagar antes.
La historia
La enfermera un día dijo basta. Según denunció, venía sufriendo hostigamiento psicológico de parte de una médica jerárquica de la clínica; ese hostigamiento, según su relato, fue in crescendo hasta llegar a convertirse en agresiones físicas, las que fueron denunciadas ante la Policía y notificadas a las autoridades de la empresa.
Pese a saber lo que estaba ocurriendo, según expresa la demanda, los directivos de la Clínica no reaccionaron de ninguna manera, por lo que no pusieron fin a la situación de conflicto.
Como nada cambiaba, la trabajadora decidió hacer pública la situación y envió una carta de lectores a EL DIARIO, la que se difundió el 22 de agosto de 2013. Al día siguiente, recibió el telegrama de despido calificado como “despido represalia” por el letrado que patrocinó la demanda de la enfermera.
Pero volviendo a la carta, la mujer relataba que no era la única maltratada, pero sí la única que le hizo frente. “Llega a cualquier hora y me gritaba delante de quien sea, sin importar si hay pacientes o no”, dijo en esa oportunidad.
Hoy, la empresa de salud debió pagar no solo la indemnización por despido -lo hizo en su oportunidad-, sino lo que reclamaba por el daño moral que provoca el mobbing.
Cabe señalar que no es el único caso de maltrato que se empezó a ventilar en los Tribunales de Villa María. Actualmente, se están realizando audiencias (es decir, en la etapa final del proceso judicial) a raíz de un reclamo de una trabajadora de comercio que también denunció mobbing. Habrá que ver qué resulta de esa demanda.
Mobbing
Lo sufre el 15% de los empleados
El mobbing o acoso laboral es un fenómeno silencioso que afecta a un 15%de los trabajadores, según afirma Iñaki Piñuel, autor del primer libro en español sobre el tema.
Entre las formas más frecuentes detectadas por Piñuel están las que empiezan con «maquinaciones o complots contra la víctima”, como “desestabilizarla o atacarla criticando todo lo que hace sin importar lo que haga y, al mismo tiempo, buscar degradarla para que realice peor sus tareas».
El maltrato verbal también es utilizado con frecuencia y aumenta con el tiempo con acusaciones falsas. Esto incluye inducir intencionalmente a la víctima a cometer errores, privarla de la información necesaria para hacer su tarea, divulgar ‘leyendas negras’ sobre su persona, aislarla o sobrecargarla de trabajo para que no pueda finalizarlo”.