Las Rosarinas modificó su estrategia y ahora afirma que lo apartaron por “cuestiones académicas que hacen al funcionamiento de la institución”, según comentó el abogado del establecimiento religioso
El Instituto del Rosario sigue intentando demostrar a la Justicia que no hubo discriminación laboral en el despido del profesor de Educación Física, Matías Malfante, que fue apartado de su cargo a principios del mes de abril y luego de más de 15 años de trabajo en la institución católica.
Ayer, declararon en Tribunales dos testigos propuestos por el colegio, buscando con sus declaraciones que la afiliación gremial de Malfante no fue influyente para tomar la decisión de echarlo sin causa declarada ni previo aviso.
Se trató de los profesores -también de Educación Física- Miguel Del Bosco y Mariela Karmalita, quienes se retiraron del edificio de calle General Paz sin hacer declaraciones a la prensa.
Quien sí habló con la prensa fue el abogado defensor de Las Rosarinas, Juan Ignacio Cortez, que volvió a reforzar la postura de los demandados: “La institución puede actuar a derecho sin necesidad de evocar una causa de despido”, manifestó.
No obstante, al ser consultado sobre los argumentos que sostienen para demostrar que no hubo discriminación laboral -que es lo que solicitó la Justicia- el profesional que representa al colegio afirmó que “se decidió desvincularlo por cuestiones académicas que hacían al giro o al funcionamiento del colegio”.
Cabe aclarar que es un argumento nuevo en la causa y que, si bien no se habló de mal desempeño, el asesor admitió que “está relacionado a ese aspecto”.
“No se le puede achacar a Malfante el mal desempeño de sus funciones, pero hay cuestiones fronterizas entre lo que sería una falta o una cuestión de disentir en la forma de desenvolverse como docente”, señaló Cortez, abogado del Instituto del Rosario.
El próximo jueves habrá una nueva audiencia por el caso, en donde declararán otros tres docentes del establecimiento educativo privado. Por parte de los demandantes, quienes prestarán testimonio serán el dirigente del Sindicato Argentino de Docentes Privados (SADOP), Edgardo Blangetti, y la profesora Claudia Eusebia.
Un respaldo singular
El martes 4 de abril pasado fue el último día de clases de Matías Malfante como profesor de Educación Física del Instituto del Rosario.
En aquella jornada la noticia de su despido ya había corrido entre padres y madres, docentes y alumnos del colegio, por lo que cerca del mediodía -cuando Matías dejó el edificio de bulevar Alvear- se pudo ver a más de un centenar de personas nucleadas para manifestarle su apoyo al trabajador.
Se encontraba gran parte del arco gremial de Villa María, pero la imagen que más trascendió en aquel momento fue la de decenas de niños llorando a la par de Malfante, tras conocerse que su “profe” -el favorito para muchos- ya no volvería a las clases.