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Don Francisco de Torres, el notario de la fundación

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Don Francisco de Torres, el notario de la fundación
El notario don Francisco de Torres registra el acto fundacional de la ciudad de Córdoba. El pintor del cuadro coloca al escribano muy cerca del fundador Jerónimo Luis de Cabrera, en el preciso momento que  anota el suceso
El notario don Francisco de Torres registra el acto fundacional de la ciudad de Córdoba. El pintor del cuadro coloca al escribano muy cerca del fundador Jerónimo Luis de Cabrera, en el preciso momento que
anota el suceso

El 6 de julio de 1573, por indicación de don Jerónimo Luis de Cabrera, el escribano de su Majestad, don Francisco de Torres, redactó lo que fue el primer documento notarial: el acta de fundación de la ciudad de Córdoba, dibujando a su pie el escudo de armas que para siempre identificaría a los cordobeses.

Desde entonces, la figura del notario es inseparable de la vida relacional y de la seguridad de los negocios jurídicos de Córdoba, en particular, a través de la función del escribano de Cabildo.

Colegiación

Respecto a la historia del Colegio de Escribano, hay que remitirse a 1897, año del primer intento de colegiación con la formación del Centro Notarial, en el local del Ateneo de Córdoba, a iniciativa del escribano Tomás García Montaño. Veinte años después, el 26 de abril de 1917, se conformó el Colegio de Escribano, en la notaría de Manuel Florentino de Allende, como una institución privada, y el escribano Feliciano Peralta fue elegido primer presidente.

Allende, Nicolás Agüero, Ernesto Rodríguez de la Torre, Miguel ngel Zapiola, Alfredo Argañaraz, Telésforo Funes y Juan José Barrera se sucedieron en la presidencia del Colegio, hasta que el 7 de julio de 1943, por efecto de la Ley N° 4.051 -orgánica del Poder Judicial de la Provincia de Córdoba- la institución corporativa, que había surgido como asociación privada de notarios, pasó a ser un organismo oficial, con un Directorio presidido por el escribano Luis Laje Weskamp. Así, fue Córdoba la primera provincia que oficializó los colegios profesionales, acordándoles el gobierno la matrícula y la potestad disciplinaria.

A mitad de siglo

Al año siguiente (1944), el Colegio de Córdoba organizó la Primera Jornada Notarial Argentina, todo un hito en la historia nacional.  En ese marco, el escribano José Adrián Negri dio a conocer su conocido Decálogo, de notoria trascendencia ética.

En tanto, en 1949, con la sanción de la Ley N° 4.183, el Colegio adquirió su plena jerarquía de organización profesional y el antiguo Directorio fue remplazado por un consejo elegido por el voto de los colegiados. Fue el tiempo de las gestiones de Juan José Barrera, Modesto Spachessi y Jerónimo Díaz Guzmán, el escribano Eloy Domínguez se convirtió en la figura articular de esa etapa, la cual fue continuada por Carlos Pont Vergés.

En octubre de 1953 se creó la Caja Notarial de Jubilaciones, Pensiones y Subsidios Mutuales de la Provincia, la cual se denomina hoy Caja Notarial de Jubilaciones y Previsión Social. Desde sus inicios fue un ente autárquico, en cuyo gobierno siempre participaron los notarios, y en 1995 accedió a la autonomía plena.

El 13 de abril de 1957, se decidió fundar el Consejo Federal del Notariado Argentino. Así, desde Córdoba, se marcó otra pauta para el desarrollo de la actividad. El escribano Héctor Angaroni, titular del Colegio de Córdoba, presidió la asamblea fundacional.

A lo largo de más de cinco décadas de vida desde la fundación del Consejo, Córdoba estuvo representado en la máxima conducción a través de los notarios Luis Atos Domínguez, Ernesto Reyna, Adolfo Barceló, Oscar Ramón Ruiz y Eduardo Gallino.

También en 1957 se sentaron importantes precedentes en la defensa del Fondo Común de Honorarios y un año después se sancionó por unanimidad la Ley N° 4.582.

Sede y delegaciones

Ese mismo año, el Colegio adquirió en remate público el terreno de 27 de Abril y Obispo Trejo donde, bajo la conducción del notario Domínguez se colocó la piedra basal y en 1971 se inauguró el edificio.

En 1959 comenzó a publicarse la Revista Notarial de Córdoba y durante la gestión de Domínguez (1960/64) se crearon las delegaciones en Villa Dolores, San Francisco, Villa María, Bell Ville y Río Cuarto, a las que luego se sumaron Laboulaye, Marcos Juárez, La Falda, Cosquín y Cruz del Eje.

El 3 de junio de 1963 se creó el Instituto de Cultura Notarial de Córdoba y tres años más tarde, se resolvió la reorganización de la biblioteca que actualmente tiene más de 4.000 volúmenes.

En 1969 el Colegio firmó un acuerdo con el Registro General de la Provincia, a fin de prestar colaboración financiera y técnica para promover el mejoramiento de sus métodos operativos.

En 1972, en Villa María, comenzaron las jornadas notariales cordobesas, encuentros que se convirtieron en un foro internacional de discusión de las problemáticas jurídico-notariales. A su vez, en 1978, la Secretaría de Estado de Cultura y Educación autorizó el curso de doctorado en notariado en Córdoba y se materializó el acuerdo con la Universidad Notarial Argentina.