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“No sabemos a ciencia cierta qué grado de contaminación produce la depuradora”

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“No sabemos a ciencia cierta qué grado de contaminación produce la depuradora”
La planta depuradora de líquidos cloacales ha sido el mayor cuestionamiento que recibió la actual prestataria del servicio de agua y cloacas, la Cooperativa 15 de Mayo

La entidad ambientalista se centró en el funcionamiento de la planta depuradora de líquidos cloacales y en los niveles de arsénico

La planta depuradora de líquidos cloacales ha sido el mayor cuestionamiento que recibió la actual prestataria del servicio de agua y cloacas, la Cooperativa 15 de Mayo

“Concretamente, hoy no sabemos a ciencia cierta qué grado de contaminación está produciendo el mal funcionamiento de la planta depuradora de líquidos cloacales de la ciudad, mucho menos las acciones históricas de los Ejecutivos local y provincial para hacer cumplir la normativa. Parece una historia de no acabar, la pregunta concreta es: ¿Quién se anima a ponerle el cascabel al gato? Mientras tanto, lo único seguro es que en estos años solo encontramos discursos y poca solución real”.

Ese es un párrafo de un pronunciamiento de la organización ambientalista villamariense Eco-Sitio enviado a EL DIARIO y a través del cual llaman a pensar el futuro del servicio de agua y cloacas en Villa María también desde lo ambiental.

Como se conoce, cuando concluya septiembre finalizará la concesión que la Cooperativa 15 de Mayo tiene del servicio de agua potable y líquidos cloacales. Lo que viene es una incógnita y en ese marco está trabajando el municipio, en medio de una polémica porque la comisión que se armó para recibir el servicio solo tiene integrantes del oficialismo.

Eco-Sitio salió ahora a pedir que se tenga en cuenta el impacto ambiental.

“Hacia el año 2009, meses antes de inaugurar la planta de tratamiento, el municipio llamaba a una jornada para informar a los responsables de las empresas, industriales, de comercio y/o servicios sobre la necesidad de incorporar la variable ambiental a la gestión de sus establecimientos. El encuentro se concretó el 30 de septiembre de ese año y el objetivo fundamental era llevar adelante una jornada de sensibilización sobre vertidos de efluentes a la red cloacal. Se concretó un marco normativo previo a la inauguración de la planta. Prácticamente al año de funcionamiento, Mario Valenti, presidente de la Cooperativa 15 de Mayo, denunciaba que muchas industrias no se adecuaban a la normativa vigente. Corrían los últimos días de mayo de 2012. Hacer un seguimiento de idas y vueltas resulta hasta grotesco: una planta que adoleció de fallas de diseño, una concesionaria que denuncia, industrias que no se adecúan, la Municipalidad que presiona a las industrias, industrias que se escudan en los costos para no tratar correctamente sus efluentes, la Provincia que controla, pero no acciona realmente, denuncias de instituciones (principalmente la Asamblea contra la Corrupción y la Impunidad), la Cooperativa 15 de Mayo que transfiere la responsabilidad a las industrias, etcétera… y así volver a retomar el ciclo”, describió Eco-Sitio.

La organización afirmó que desconocen en la actualidad el grado de contaminación provocado por la planta y aseveró que “lo único seguro es que en estos años solo encontramos discursos y poca solución real”.

También recordó que en 2009 se tomó conciencia de la presencia de arsénico en el agua potable “en niveles legales, pero que alertan”.

“Luego de un análisis cruzado entre el método legal de estimación del elemento y otro más preciso realizado en el Ceprocor, quedó demostrado que lo que manifestaba Eco-Sitio era cierto: los valores reales eran prácticamente el doble de lo estimado mediante la metodología obligatoria de la Resolución 415”, indicó el comunicado.

Tras señalar que entonces se había acordado un análisis sistemático semestral mediante la técnica de “espectrometría de masas”, tecnología con que contaba el Ceprocor y que “era mucho más precisa que el legal”, la entidad apuntó que ese acuerdo quedó en el olvido con el conflicto de Innviron.

Y reveló que “los análisis que ha venido realizando Eco-Sitio de manera particular muestran que estamos en el límite legal y que es necesario seguir avanzando en un estudio doble del arsénico”.

En este contexto, y “pensando en el corto plazo, ante una intención del Estado municipal de recobrar el control de este servicio esencial, creemos necesario pensar en una lógica de política ambiental (más allá de lo técnico ambiental) para repensar el servicio de agua de la ciudad”.

“Indudablemente, los recursos hídricos locales en sus diversas formas constituyen el bien ambiental más frágil y preciado que debemos administrar. Esto es un mínimo aspecto de una compleja interacción de actores, que muchas veces escapan al ámbito municipal, pero indudablemente necesitamos pensar en generar información cierta para planificar lo local, regional e incluso lo provincial”, advirtió.