En 20 de septiembre se conmemora el Día Nacional del Caballo, que pasó casi inadvertido para muchos. Pero ayer, uno de estos nobles animales vino a llamar a la puerta de nuestra conciencia: se dejó la vida en una calle de nuestra ciudad… trabajando.
Una vecina de la calle Perito Moreno, en barrio Mariano Moreno, llamó a un arenero para que llevara una carrada hasta la altura de su casa, ya que el lugar, donde se realizan obras de cordón cuneta, quedó intransitable después de la lluvia caída en la noche del jueves último.
El animal llegó hasta el lugar tirando del carro, que quedó empantanado.
“El animal, conducido por su propietario, comenzó a hacer denodados esfuerzos para salir del barro y, debido a su propia fuerza, murió ahorcado”, hicieron saber a EL DIARIO vecinos de ese sector de la ciudad.
Algunos de ellos señalaron la “desaprensión de la vecina que llamó al carrero y causó la muerte del animal”, mientras otros indicaron que esa actividad “es cotidiana y se puede observar cada día a lo largo de la costanera”.
Por cierto, fue abandonado donde cayó.
La dolorosa situación se hace más incomprensible cuando entidades proteccionistas de la ciudad vienen trabajando en la temática y dieron a conocer recientemente a través de estas páginas las modalidades adoptadas en otros puntos del país para terminar con la tracción a sangre”.