Playosa y Argentino igualaron 1-1 en Arroyo Algodón. Garetto y Vega fueron las figuras de un partido intenso. Ambos terminaron con diez hombres y masticando la victoria que no pudo ser

Escribe Beto Arce

El fútbol ofrece distintas circunstancias y contextos y está allí la sabiduría de los que mejor entienden la manera de sacar provecho. Playosa y Argentino no se sacaron diferencias en Arroyo Algodón, más allá de que los dos intentaron algo mejor. Empataron 1-1 en un intenso partido, cargado de imprecisiones y un par de instantes de lucidez que a fin de cuentas abrieron las puertas del gol.

Con Quico Servetti y Pelé Andrada en cancha las ilusiones de un buen partido vibraban en la previa. Los conductores fueron referencia en sus equipos pero el toque final estuvo ausente. Explosión por las bandas, férreas marcas, mucho grito y reclamos… poca claridad. En esos conceptos viajó el encuentro durante todo su desarrollo, por eso tratar con respeto al balón se presentó como la tarea más dificultosa.

Playosa apuró en el arranque al Lobo y tuvo su premio. Desde un tiro libre llegó el primer grito, luego de que con mucha inteligencia Servetti rematara fuerte al arco con el objetivo de que saliera un rebote. Efectivamente eso sucedió y Semenzín infló la red con un potente disparo luego de que Vega no pudiera contener. Mérito en el 10 de Playosa que sabía no iba a marcar desde esa posición, pero intuyó el posible error del arquero: 1-0 a los 8 minutos.

Garetto se vistió de héroe a los 12’ cuando Galíndez intentó “pincharla” por encima y con un gran manotazo envió el balón al tiro de esquina; pareció infracción dentro del área del propio portero sobre el “Chacho” (13’), pero el juez Mansilla dejó seguir pese al enérgico reclamo; probó Andrada (14’) con un remate de media vuelta que se fue por arriba; e inmediatamente después el Lobo llegaría al ansiado empate: Cossavella no pudo frenar la máquina y se lo llevó puesto a Ramírez, siendo este un clarísimo penal que el árbitro no dudó en marcar a los 18’. Pelé cruzó un remate bajo, llenándose la boca de gol y esperanza (1-1).

Parecía que se venía un partidazo, pero no lo fue. Mansilla vio un golpe desleal de Cortez sobre Servetti, que le dejó el rostro marcado, y no tuvo más remedio que expulsarlo a los 31’. Esta situación fue decisiva para las aspiraciones de ambos: primero para Argentino, que había llegado al merecido empate y comenzaba a jugar cada vez más cerca del área rival; y segundo para Playosa que encontró terreno y aire para trabajar el arribo a la ansiada segunda conquista.

Pese a la desventaja, Argentino tuvo dos jugadas clarísimas para irse arriba al descanso: un tremendo cabezazo de Sachetto encontró la respuesta impecable de Garetto para enviarla al córner luego un tiro libre de Andrada; y otro testazo del propio delantero que se estrelló en el travesaño tras el tiro de esquina de Ramírez. Casi lo grita nuevamente Semenzín antes del cierre, posterior a una gran apilada de Servetti por derecha, pero el volante pifió en última instancia en la puerta del cuadro chico.

Playosa no supo capitalizar el hombre de más, la amplitud del terreno y las opciones que dispuso. Argentino quedó mejor parado ya que el resultado mostraba paridad. En el inicio del complemento Vieyra conectó un buen frentazo que apenas salió desviado sobre los 11’ y Galíndez probó con un latigazo bajo que Garetto respondió con firmeza (16’).

Dos genialidades de Vega ante Servetti dejaron con vida al Lobo: a los 20’ le tapó con mano cambiada una definición magistral cuando el balón viajaba con destino de gol; y a los 23’ le descolgó del ángulo una bomba para aplaudir.

Quedó tiempo para que Cossavella recibiera la segunda amonestación y para que Rosales terminara de confirmar a Garetto como figura tras la ejecución de su tiro libre. Fue más Argentino porque no colapsó cuando la tuvo negra y porque no renuncio a jugar en campo rival. No encontró los caminos Playosa, y mastica un sabor amargo porque sabe que también pudo ganarlo. La clave estuvo en el arco, donde se hacen los goles… y donde se evitan.

La figura: Fabricio Garetto

Tuvo un gran primer tiempo. Su esfuerzo fue determinante en reiteradas ocasiones para no sufrir goles. En el complemento mantuvo la regularidad y la valla en cero. Facundo Vega tapo dos pelotas impecables para el Lobo y fue el otro mejor jugador del partido. Arqueros figuras.

El árbitro: Lucio Mansilla

No se equivocó en las expulsiones y sancionó correctamente el único penal que tuvo la tarde. Quedaron dudas sobre una falta de Garetto sobre Galíndez dentro del área. Sacó varias amarillas y el resultado final no disgustó a ninguno. Cumplió.