Escribe: Santiago Tovo
PRESIDENTE DEL COLEGIO DE ABOGADOS DE VILLA MARIA
En Villa María, en estos meses se ha logrado un avance importante que era esperado desde hace un tiempo por los abogados -toda la sociedad villamariense lo esperaba- y es que se integraran la Cámara Civil, Comercial, de Familia y en lo Contencioso Administrativo, que tenía un importante retraso, y los Juzgados Civiles, Comerciales y de Familia, que estuvieron sin juez durante más de un año, también han sido integrados y tienen jueces a cargo.
Para nuestra realidad decimos que es un avance porque, independientemente de las observaciones que se puedan hacer sobre el funcionamiento de la Justicia, para que pueda funcionar el servicio de Justicia debe haber jueces. En este caso de nuestra ciudad se trata de jueces que deciden sobre distintas áreas o fueros, se tratan cuestiones de familia, accidentes de tránsito, incumplimientos de contratos, hasta concursos y quiebras, no hay fueros que sean exclusivos de un área del Derecho, lo que nos permite dimensionar el impacto que tiene en la sociedad que requiere del acceso a la Justicia, es decir, necesariamente se perciben los retrasos o la lentitud en la resolución de los asuntos.
De todos modos, se percibe como uno de los problemas de la Justicia la lentitud de la resolución de las causas, lo que se debe a diversos factores.
Esto afecta no solo el ejercicio profesional de los abogados puntualmente -desde la conducción del Colegio de Abogados de Villa María interesa-, no es un perjuicio para un segmento de la sociedad compuesto por los abogados, sino para toda la sociedad.
El funcionamiento del Poder Judicial es relevante desde muchos puntos de vista en una democracia republicana. Uno de ellos es su vínculo con el desarrollo económico.
El interés de los economistas comienza cuando se advierte que ni la geografía ni la disponibilidad de abundantes recursos naturales logran explicar satisfactoriamente la presencia o ausencia de desarrollo económico.
La clave estaría en reflexionar sobre cómo las decisiones que conducen a las inversiones en capital físico y humano y a actividades de innovación -que generan el crecimiento económico de los países- son incentivadas o desincentivadas por las instituciones, es decir, las reglas de juego con que cada país decide organizar su vida en sociedad.
Hay evidencia acerca de variables que reflejan el imperio de la ley sobre el crecimiento económico de los países. Un funcionamiento correcto de la administración de justicia es esencial para favorecer el desarrollo económico a través de la inversión, la innovación y, por supuesto, que sea independiente del poder político.
Es importante la percepción de la sociedad, ya que estas percepciones son las que inciden sobre las decisiones de inversión e innovación a las que hacía referencia. En nuestra ciudad influye en la percepción no solo de la sociedad, sino además de los abogados la situación del edificio donde funcionan los Tribunales de la Provincia, que como cualquiera lo puede comprobar, con solo ingresar al edificio se encuentra prácticamente colapsado, sin perder de vista que algunas oficinas no funcionan en el mismo. La ciudad de Villa María y los que habitualmente concurrimos a los estrados judiciales, abogados, empleados y funcionarios del Poder Judicial necesitamos un nuevo edificio. Esta ciudad ha crecido y mejorado en los últimos tiempos, pero el contraste con el edificio de Tribunales es elocuente, creemos que debe ser una prioridad para el Tribunal Superior de Justicia considerar esta situación.