El titular del Colegio de Ingenieros Agrónomos dijo que la Ley de Agroquímicos ya tiene 13 años y necesita modificaciones. Fue en el marco del congreso provincial que se realizó en Villa María
Los ingenieros agrónomos y los estudiantes de Agronomía debatieron sobre el presente y el futuro de la profesión en el noveno congreso que se realizó el jueves y viernes últimos en Villa María. También se llevó a cabo simultáneamente la cuarta Jornada Nacional de Siniestros Agrícolas y Forestales.
Ambos eventos, organizados por el Colegio de Ingenieros Agrónomos de la Provincia de Córdoba (CIAPC) junto a la Federación Argentina de la Ingeniería Agronómica, convocaron a profesionales y estudiantes de Ciencias Agropecuarias de la provincia y el país.
En la apertura oficial el ministro de Agricultura de la Provincia, Sergio Busso, destacó que “es importante que una profesión como la de ustedes (ingeniería agronómica) se tome un tiempo para reflexionar sobre las cosas que están pasando, en un mundo tan cambiante y dinámico”. Luego señaló algunos temas de la agenda de la cartera agropecuaria en los que se está trabajando en conjunto con otras instituciones, como el CIAPC. “Hay un tema prioritario que es dar valor agregado a la producción, lo que implica posibilidades de trabajo y crecimiento en nuestro interior productivo”, señaló Busso, al tiempo que agregó que “el Estado en sus esferas nacional, provincial y municipal tiene mucho por hacer en este sentido, por ejemplo, en materia legislativa o a través de replanteos impositivos”.
“Hay discusiones que no se están dando en el país y es necesario que empiecen a darse, como qué modelo de país queremos, si uno que priorice la producción u otro que la castigue”, dijo el ministro cordobés.
En el mismo acto, el presidente del CIAPC, Daniel Cavallín, destacó que la actividad desarrollada en Villa María es el resultado “de un trabajo interinstitucional en el que participaron las universidades, el INTA, el Ministerio de Agricultura y entidades no gubernamentales. El aporte vino de muchos lados”.
Haciendo un recorrido por lo transitado desde la entidad profesional, Cavallín detalló: “Hoy el Colegio tiene espacio en cada uno de los lugares donde se discute la producción agroalimentaria. Esto no es casualidad, es un trabajo de más de 30 años que toma la forma de entidad colegiada allá por el 1987. Hoy somos parte de muchas de las decisiones que afectan a la producción agroalimentaria. Hemos trabajado en la reforma del Decreto 415 que concluyó en la modificación del documento, incorporando el uso agronómico de los efluentes pecuarios, validando una práctica que antes no estaba regulada. Nos sumamos activamente al programa de Buenas, participamos en la Ley Agroforestal, que obliga a los productores a forestar al menos 2% de la superficie, e incluimos la figura del profesional para firmar los planes forestales. Ahora estamos trabajando en un proyecto de reforma de la Ley de Agroquímicos, que después de 13 años necesita una revisión y esperamos sea tratada lo antes posible. En todos estos lugares es preciso el trabajo de un profesional, tanto en la gestión política como en la práctica que se desprende de cada una de estas propuestas”.