Escribe Pepo Garay ESPECIAL PARA EL DIARIO
Mini guía:
Ubicación: noreste de la provincia de Corrientes.
Distancias: 920 kilómetros desde Villa María y 70 desde Corrientes capital.
Población: 7.000 habitantes.
1) Monumental Basílica:
Varios tesoros acoge el pueblo, pero ninguno brilla tanto como la Basílica de Nuestra Señora de Itatí. Una excepcional iglesia que es famosa en Corrientes y en todo el país, y que convoca a fieles forasteros y locales a lo largo del año. Muchos, lo hacen llamados por una imagen de madera de la Virgen María que descansa en el interior, y que es considerada sagrada por la comunidad cristiana (la estatuilla se remonta a principios del siglo XVII, cuando la mismísima Virgen se había aparecido para reclamar su domicilio).
Pero más allá de la mística, el templo en sí mismo es una obra de arte. Tremenda construcción de mediados del siglo XX y estilo italianizante, de 80 metros de largo y más de 60 de alto, con capacidad para albergar a casi 10 mil fieles. Destaca en la Basílica su frente de columnas, su muy europea cúpula coronada por una estatuilla de la Virgen hecha en bronce, y por las múltiples joyas que se exhiben en sus salones (columnas dóricas, escalinatas de mármol de carrara, óleos que explican la historia de la zona y vitrales, por solo nombrar algunas).
2) Construcciones coloniales:
Los altos de la iglesia ofrecen una inesperada terraza, desde donde el visitante puede contemplar el talante colonial del pueblo. Una de las localidades más antiguas del Litoral, establecida en 1615 sobre lo que fuera una reducción indígena.
De las primeras épocas, queda el aura imperante en el aire y la impronta guaraní en las gentes (varios habitantes hablan el idioma ancestral). Del colonialismo tardío, sobreviven cantidad de casonas y demás construcciones rebosantes en perfumes del siglo XIX. Algunas de ellas son el Edificio de Policía, Rentas y Registro Civil, la Iglesia de Alegre y Obieta, la Casa de Fray Juan Nepomuceno Alegre, la Casa de Guerí y Vallejos, la Casa de Valerio Bonastre, el Museo de Arte Sacro de la Pura y Limpia Concepción y varias escuelas públicas, por caso.
3) Playas del Paraná:
A penas 200 metros de la plaza central (y por tanto de la Basílica), surge todopoderoso el Paraná. El descomunal río realiza su paso triunfal en las costas de Itatí, desplegando bancos de arenas para echarse a descansar, y disfrutar los días de sol.
El paisaje circundante es bien de Litoral, con arboledas de enorme valor para los días de calor intenso, y panorámicas que lanzan agua a montones (ideal para el chapuzón, naturalmente), islotes y barquitos que surcan la superficie. El chamamé, que suena en la radio del vecino, completa el pintoresco cuadro.
4) Paseando y pescando:
Muchos de los citados barquitos, cargan tripulantes que se acercan a Itatí buscando preseas que respiran. Son pescadores de toda la Argentina y países limítrofes (hay cantidad de brasileños, por ejemplo), quienes saben de las bondades del Paraná en la materia: dorados, surubíes, bogas mandurés y pacús son los nombres de la aventura. En el pueblo se pueden alquilar lanchas. También hay campings bien equipados para los turistas.
Otra opción en materia “acuática” son los paseos en barco por las riberas locales y de la zona (visitando, por ejemplo, islas, el Puerto Deportivo Yacarey y la Estancia Nuestra Señora de Itatí), así como las excursiones en canoa.
5) Festividades multitudinarias:
El carácter casi sagrado de Itatí, sumado a las bellezas del entorno, hacen que miles y miles de creyentes se acerquen en distintas épocas del año a vibrar con eventos religiosos que ya son todo un clásico.
Si bien hay muchísimas peregrinaciones y festividades (varias de ellas se han ido sumando en los últimos años), las de mayor cartel son la Fiesta de la Virgen (16 de julio, es la más importante, e incluye una larga procesión de carretas y caballos en las jornadas previas, y por el Paraná en el día de las celebraciones mayores) y la Peregrinación Juvenil (20 o 21 de septiembre, masiva caminata que conecta los 70 kilómetros que separan a Corrientes capital de Itatí).