Nació en la ciudad de Solún (Grecia). Sus padres practicaban el cristianismo en secreto, lo bautizaron y le enseñaron la religión.
El emperador Maximiliano (siglo IV) nombró a Demetrio gobernador y militar de toda Tesalónica. La principal función de San Demetrio era defender la provincia de los enemigos, obligándolo el emperador a que exterminara también a los cristianos.
Demetrio en lugar de esto comenzó a eliminar las costumbres paganas y a los paganos los convertía a la fe cristiana. Pronto llegó a oídos del emperador que el procónsul Demetrio era cristiano y lo condenaron a muerte. Con las prendas del mártir, se asegura que su sirviente hizo milagros que se difundieron formando parte de la historia cristiana.
La parroquia
Desde los primeros asentamientos de Idiazábal y sus colonias, se manifestó a los pobladores la necesidad de encauzar y manifestar sus creencias religiosas: «Una vez al mes venía un sacerdote de Villa María o de Bell Ville, a dar misa. La misma solía darse en un galpón que era de “Galán” (actualmente esquina Catamarca y San Martín) o también en otros lugares. Era frecuente la presencia del padre José Pío Angulo en la localidad» (testimonio de Ledia Demaría de Morsino).
Muchos sacerdotes recorrían la zona, pero sin lugar a dudas, el más recordado por su acción es el presbítero José Pío Angulo, que había nacido en Monte Rosario el 11 de julio de 1870 y en 1905 fue nombrado párroco de la ciudad de Bell Ville. Desempeñó una gran e incansable labor de todo el Departamento Unión y en Idiazábal, acercando la palabra de Dios a todos los hogares.
Cuando en 1927 se erige la Parroquia de la Natividad en Justiniano Posse, su radio de influencia abarca las localidades de Ordóñez e Idiazábal y sus zonas aledañas. Por ello, el sacerdote que recorre la zona proviene de la primera localidad.
Otro aspecto para tener en cuenta, es la gran cantidad de inmigrantes en las colonias. Estos en su mayoría provenían de Italia y profesaban la religión católica.
Pero además, expresaba devoción por algunos santos venerados en su patria de origen, como San José y San Roque. El primero venerado sobre todo por los colonos instalados en la estancia del mismo nombre, San José, y los alrededores. En tanto San Roque, por los colonos asentados en colonia Humberto Primero y alrededores.