Durante el operativo, especialistas en delitos cibernéticos de Córdoba incautaron material probatorio que obra en poder del fiscal René Bosio. La investigación se venía llevando a cabo desde hace alrededor de tres meses
Un hombre de 39 años fue detenido en barrio Las Playas durante un allanamiento. Se lo acusa de distribuir pornografía infantil por Internet.
El operativo, que estuvo a cargo del fiscal de Instrucción del Tercer Turno de los Tribunales locales, René Bosio, se llevó a cabo a partir de las 15.30 del jueves en una vivienda de calle El Salvador, en la cuadra del 2000, en el ya mencionado sector de la ciudad. Participaron del mismo efectivos de la División Investigaciones, del Gabinete Criminalístico de la Departamental General San Martín y personal de Informática Forense de la Policía Judicial de Córdoba.
Según consta en el parte de prensa policial, al detenido “se le atribuye la supuesta comisión del delito de distribución de imágenes pornográficas de menores de 18 años. Asimismo, en el lugar se procede al secuestro de un teléfono celular Philips, propiedad del detenido”.
Los especialistas en informática forense analizaron “todos los dispositivos de almacenamiento de datos que se encuentran en el lugar” y secuestraron “información referida al hecho que motivó el procedimiento”, que finalizó alrededor de las 21.30, indicó la información distribuida por la Departamental.
El hombre, de quien no trascendió la identidad, es acusado concretamente de “distribución de imágenes pornográficas de menores de 18 años”, previsto en el artículo 128 del Código Penal.
La investigación
La investigación se había originado con motivo de reportes informáticos remitidos por las compañías proveedoras de servicios de Internet y por parte del Centro Nacional de Coordinación de Explotación de Menores, lo que motivó la colaboración al área de Cibercrimen del Ministerio Público Fiscal.
El mencionado centro se encarga de informar sobre aquellos usuarios que distribuyen o publican lo que a prima facie se trataría de representaciones de abuso sexual infantil.
Según pudo conocer EL DIARIO, la pesquisa comenzó hace alrededor de tres meses y tuvo sus frutos gracias al convenio de colaboración internacional que existe en la investigación de este tipo de delitos. En ese contexto, expertos de la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol) descubrieron desde Canadá que la dirección IP de la computadora desde donde se distribuían aparentemente imágenes de pornografía infantil pertenecía a una máquina situada en Villa María. Desde el país del norte informaron al respecto a la Policía Federal Argentina y desde esa fuerza se comunicaron con la Justicia local para que se dispusiera el allanamiento y la detención del sospechoso.
Tras las rejas, esperando
El detenido fue alojado en el Establecimiento Penitenciario Nº 5 de barrio Belgrano, donde espera que se defina su situación procesal.
Por el momento, solo trascendió que ya habría nombrado a dos abogados defensores.
En tanto, se estima que la semana próxima el fiscal Bosio citará al acusado para tomarle declaración indagatoria, aunque es posible que no lo haga los primeros días de la semana. El funcionario judicial debe evaluar cuidadosamente las pruebas que pesan en contra del acusado antes de definir si quedará preso durante la instrucción de la causa o podrá recuperar la libertad mientras sigue siendo investigado.
“Lo que tenemos es un delito de difusión de imágenes pornográficas de menores de 18 años; vamos a ver en base a pruebas si hay otro tipo de delito o qué alcance tiene la actividad del acusado. Debemos ser prudentes en la investigación y no adelantar opinión, por lo que no puedo abundar en más detalles”, explicó Bosio en diálogo con este medio.
Unidad Investigativa de Explotación Infantil:¿Qué es?
Se trata de una unidad de trabajo de investigación que despliega, en conjunto con los distintos estados, operativos para preservar y prevenir la niñez. “Cada año, un sinnúmero de niños alrededor del mundo se convierten en presa de depredadores sexuales.
Estas jóvenes víctimas son dejadas con cicatrices psicológicas, físicas y emocionales permanentes. Cuando grabaciones de ese abuso sexual son hechas y publicadas en Internet, éstas viven por siempre. Estas atormentan a los niños que aparecen en ellas, quienes viven diariamente con el conocimiento de que un sinnúmero de extraños utilizan una imagen de sus peores experiencias para su propia gratificación”.
