Antes de actuar anoche, en ATE, el artista bonaerense contó por qué se decidió a ser “el rapero del pueblo”, con sus temas que cuestionan al Gobierno. “He descubierto, a lo largo de años, la importancia de la política”
El documento de identidad dice que se llama Daniel Rubén David Devita, que nació en la localidad bonaerense de Palomar el 21 de septiembre de 1991 (hoy cumple 26 años) y que vive en Ituzaingó, en el oeste de conurbano.
Sin embargo, en los últimos dos años este talentoso cantante y compositor se hizo conocido como Doble D, seudónimo con el que se ganó un lugar en el mundo de la música luego de escribir impactantes canciones de rap en las que describe con claridad meridiana lo que nos pasa a los argentinos en estos tiempos de neoliberalismo explícito.
Y precisamente por su compromiso con la realidad social, se ganó el mote de “rapero del pueblo”.
Empezó a componer a los 13 años, allá por 2004. Y cuando habla de aquellos primeros pasos, recuerda: “De más chico, a los 9 ó 10 años, me gustaba mucho el rock nacional. Un día, por casualidad, le compré a un mantero el disco ‘Ahí vamos’, de Cerati, y ahí empezó todo. También me gustaban muchas bandas under que escuchaban mis hermanos”.
-¿Las letras de tus primeras canciones tenían algo que ver con la política?
-Tenían que ver con la cuestión social. No sé si política explícita, pero sí problemas sociales. A esa edad uno desconoce muchísimas cosas; incluso, la industria del entretenimiento y la información educativa generalmente es muy confusa. Entonces, quizás vertía conceptos que hoy los veo y me parecen errados, pero partían de la juventud, de la inexperiencia. Uno, cuando es chico, tiene otros prejuicios y muchas cosas que vienen de la familia, de la educación, con un corte neoliberal tremendo. Pero a medida que vamos creciendo, si tenemos la suerte de toparnos con un buen libro, un buen docente, una buena película o con algún producto cultural contrahegemónico, se puede ir desintoxicando de eso. Claro que es un trabajo voluntario porque el “sistema”, desde los medios de comunicación, la educación y las estructuras sociales ya establecidas, te perfila a esa postura sarmientina de “civilización o barbarie”, donde civilización es “parecido al modelo europeo occidental” y la barbaridad es la raíz latinoamericana.
-¿Hubo algún hecho o circunstancia puntual que te haya hecho mutar de aquella visión social de tus canciones al contenido político e ideológico que han marcado tus trabajos discográficos?
-No. Fue un proceso largo y una construcción de muchas cosas. Cuando empecé a componer, veníamos de un descreimiento absoluto tras la crisis de 2001-2002. En el proceso de pasar de lo social a lo político, me acuerdo de la recuperación de la ESMA (2004) y fue tremendo verlo a (Juan) Cabandié contando su dolorosa experiencia. Ese quizás fue el primer cimbronazo que tuve. El No al ALCA (2005) también fue muy impactante. Siendo todavía muy chico, me acuerdo que el peronismo era (Carlos) Menem. Y a fines de los 90, peronismo y neoliberalismo eran casi lo mismo. Pero pocos años después, ver a Néstor (Kirchner), también desde el peronismo, levantar las banderas de los derechos humanos, el ‘No al ALCA’ y verlo a Diego (Maradona) con (Hugo) Chávez en el “Tren del ALBA”, uno intuía que se venía algo distinto. Ahí empezamos a comprender lo que era el kirchnerismo. También recuerdo la ‘crisis del campo’ (2008) y cómo el Gobierno estaba tocando intereses de la oligarquía más rancia de la Argentina. Ahí fue el clic para empezar a utilizar la música como una herramienta política.
-Hacemos un salto en el tiempo y llegamos a 2015, tu primer disco. Contanos qué significó ese paso en tu carrera artística para llegar a este exitoso presente.
-Fue duro y también hubo un proceso. A principios de 2015 yo era escéptico de que (Mauricio) Macri podía llegar a ser presidente. Y me acuerdo que en una nota que le hicieron a Atilio Borón, él decía que no había que subestimarlo porque parecía tonto pero no lo era y tenía intereses muy fuertes que lo respaldaban.
-A principios de 2016 el tema “¿Querías globos?”, de tu segundo disco, comenzó a sonar muy fuerte en las radios. ¿Cómo viviste esa experiencia?
-Fue la gran explosión. Lo bueno fue que lo hicimos a través de la gente porque el video se viralizó en las redes sociales y fue compartido por decenas de miles de usuarios. Así, terminó llegando a los medios masivos de comunicación.
-Más allá del músico y del compositor, se advierte que te habita un “animal político” que utiliza la música, y en particular el rap, para contar lo que está pasando.. ¿Sos más un hombre politizado que un artista?
-Las dos cosas: soy un artista que ha descubierto, a través de los años, la importancia que tiene la política. Creo que todos los ciudadanos estuvimos muchísimos años ignorando la política, mirando para otro lado y quejándonos de esa “gente mala que está en la política”. Creo que todo ciudadano debe ser político y el problema es que tenemos a un montón de gente pendiente de cosas superficiales que no se involucra y que repite lo que dicen o escriben otros en los medios hegemónicos, sobre todo en estos tiempos donde los titulares marcan la agenda. Por eso, desde mi lugar de artista canto lo que debo cantar y digo lo que debo decir. Para mí no hay manera de mirar para otro lado. ¿O de qué vamos a hablar, si no?
-Algunos tal vez prefieran hablar del amor…
-¡Y hablemos del amor, entonces! Pero, ¿qué es el amor? ¿Una abstracción romántica de dos personas que se quieren o el amor también es todo lo que nos pasa y le pasa a la gente? Tenemos que recuperar la palabra “amor”, apropiarnos de ella, porque defender al pueblo también es amar.
El tema que explotó en las redes y llegó a todas las radios
“¿Querías globos?”
Otro despido más mastico, más picos, más ganancias para los más ricos.
Drástico cántico evidencia un dolor romántico dedicado a corazones más fríos que el Artico.
Cortan presupuestos, el Estado barato y los ñoquis que desaparecen son los de tu plato.
Odian la grasa, son un Gobierno magro, quitan retenciones, devalúan tu salario.
Lloran los barrios, festeja el agro. Liberan el dólar y encarcelan a Milagro.
Te fifa la tarifa mensual, vino con plus; es hora de pagar o de apagar la luz.
Megaempresas colocan de ministros a sus CEO, sí o sí así bolsillos quedarán vacíos.
Si opinan voces críticas, castigo. Lanata está en Miami, Víctor Hugo es despedido.
Usurpan el AFSCA, se cagan en la ley, toda la información es controlada por el rey.
Hegemonía absoluta infecta tu cabeza, todo se va a la mierda, pero a nadie le interesa.
Intento concreto, jueces por decreto, a la Corte Suprema, empleados de Magneto.
Mauricio es solamente un instrumento del grupo conocido como instrumento de viento.
El tormento se avecina y se entera la vecina que el FMI monitorea la Argentina.
Pero no lo comprende y festeja la abuela que ya no está la Yegua que cortaba su novela.
(…)
Para escuchar el tema y ver el video… CLIC AQUI