Se trata de Oscar “Itaka” Bazán, quien amenazó y golpeó a su expareja. “Si no volvés conmigo, te mato”, le dijo a Mayra Libeccio mientras le colocaba un cuchillo en la garganta. Está detenido hace 10 meses y podría recuperar la libertad en breve
Un joven boxeador fue condenado ayer en la Cámara del Crimen de Villa María luego que admitiera haber golpeado y amenazado de muerte a su expareja, en una serie de hechos de violencia de género registrados en noviembre pasado.
Oscar Paul Bazán (22), conocido en el mundo del boxeo como “Itaka”, aunque otros lo llaman “Buho”, recibió una pena de tres años de prisión de cumplimiento efectivo luego de ser declarado culpable de los delitos de “amenazas”, “lesiones leves calificadas” (por la situación de convivencia), “violación de domicilio”, “daño” y “coacción calificada por uso de arma”.
Bazán, nacido en esta ciudad el 19 de enero de 1995, alcanzó cierta notoriedad pública a partir de su incursión en el boxeo amateur (realizó algunas peleas en distintos escenarios villamarienses y de Villa Nueva), pero además es hijo del conocido futbolista local Sergio “Nipón” Bazán, quien defendió el arco de Alumni en los años 80.
A poco de iniciada la audiencia de debate y tras la lectura de la acusación, el pugilista se declaró culpable de los hechos cometidos los días 19 y 20 de noviembre de 2016, todos en perjuicio de quien había sido su pareja hasta algún tiempo antes, Mayra Libeccio (20).
La confesión de Bazán posibilitó que el juicio se realizara bajo la modalidad de trámite abreviado, con lo que se evitó la recepción de testimonios en la sala ubicada en el quinto piso de Tribunales.
Ante esta circunstancia, el fiscal de Cámara, Francisco Márquez, y el abogado Eduardo Rodríguez coincidieron en incorporar por lectura toda la prueba colectada en el expediente y de inmediato pasaron a emitir sus conclusiones. Previo al debate, las partes habían acordado solicitar la pena antes descripta en el caso de que el iracundo boxeador reconociera su culpabilidad.
En efecto, tanto el acusador público como al defensor pidieron la condena finalmente aplicada por el camarista Félix Martínez, quien fue asistido en el proceso por la secretaria Gabriela Sanz.
Mayra no dijo nada
Cabe señalar que una vez finalizados los alegatos y antes de concederle a Bazán la “última palabra”, el juez Martínez le ofreció a la víctima la posibilidad de expresarse antes de que dictara sentencia.
Sin embargo, la joven Libeccio, quien presenció todo el juicio acompañada por su padre Gustavo, optó por no decir nada y se limitó a esperar la lectura del veredicto, lo que se concretó unos 20 minutos más tarde.
Cabe señalar que, a partir de una reciente reforma en el Código de Procedimientos Penales de Córdoba, en los juicios abreviados el presidente del tribunal deberá concederle también la palabra a la víctima del hecho delictivo.
Amenazas, golpes y…
El primero de los hechos de violencia que llevaron a Bazán a la cárcel se produjo el sábado 19 de noviembre pasado, cuando llamó por teléfono a Mayra y le advirtió: “Si no volvés conmigo, te voy a matar y voy a golpear a todos los que estén con vos”.
Pero la cuestión no quedó allí. Algunas horas después, en momentos que la joven se encontraba en su domicilio de barrio Roque Sáez Peña, el irascible pugilista ingresó ilegalmente a la vivienda y mantuvo una fuerte discusión con su expareja, para luego romper un espejo de un cabezazo y aplicarle tres golpes de puño a la joven (uno en el rostro y dos en la región abdominal), heridas por las que le asignaron siete días de curación.
No conforme con lo que había hecho, “Itaka” volvió a la casa de Libeccio al día siguiente, en horas de la noche, y empuñando un cuchillo tipo Tramontina, lo colocó en el cuello de la joven y le advirtió una vez más: “Si no volvés conmigo, te mato”.
Afortunadamente el violento incidente no pasó a mayores y Bazán se retiró del inmueble, pero la familia de Mayra radicó la correspondiente denuncia, por lo que la Policía detuvo al agresor minutos más tarde.
Como la de ayer fue su primera condena y en virtud del tiempo que lleva entre rejas (10 meses y seis días), Bazán está en situación legal de solicitar la “libertad condicional” (el defensor realizará hoy el trámite de rigor), aunque para que se le conceda dicho beneficio excarcelatorio deberá haber observado buena conducta durante todo el período de detención en el Establecimiento Penitenciario Nº 5, en el que se encuentra alojado desde fines de noviembre, y además tendrá que sortear de manera exitosa una pericia psicológica que acredite que está apto para reinsertarse socialmente.
Si no aprueba alguno de esos exigentes requisitos, Bazán continuará en la cárcel, e incluso puede ocurrir que tenga que cumplir casi toda la condena, ya que la Justicia es muy estricta a la hora de otorgar la libertad en casos de violencia de género, entre otros delitos.
Que dice la ley sobre la “libertad condicional”
El artículo 13 del Código Penal de la Nación establece que “el condenado (…) a tres años de prisión, o menos, que hubiere cumplido (…) ocho meses de prisión, observando con regularidad los reglamentos carcelarios, podrá obtener la libertad por resolución judicial, previo informe de la dirección del establecimiento e informe de peritos que pronostique, en forma individualizada y favorable, su reinserción social”. Además, la norma legal fija una serie de condiciones para que se conceda dicho beneficio excarcelatorio, como por ejemplo “abstenerse de consumir bebidas alcohólicas o utilizar sustancias estupefacientes”, o “someterse a tratamiento psiquiátrico o psicológico”, adoptar entre otras exigencias.