Nació en el centro de la ciudad, como Escuela Vocacional Nocturna. Se mudó diez veces, hasta instalarse en su local propio
La comunidad educativa del Instituto “Abraham Juárez” invitó a exdirectivos, exdocentes, exalumnos y a la comunidad en general a participar del acto de celebración del octogésimo aniversario, que se realizará mañana viernes a las 20.30 en el salón ubicado en Formosa y Ayacucho.
El citado colegio nació como una alternativa de estudio para los trabajadores, en una época de industrialización del país.
Desde su primer día de clases -el 15 de abril de 1937, en aulas prestadas frente a la plaza Centenario, y bautizada como Escuela Vocacional Nocturna- “resistió a todo y siguió adelante”, evoca una reseña elaborada en el establecimiento de barrio San Martín.
“Luchó 25 años para tener sus primeros talleres y 43 años para ser jerarquizada como un secundario técnico. Cambió siete veces de denominación, anduvo por seis edificios y tres barrios. Sus aulas, talleres y dirección funcionaron obligadamente dispersos durante 64 años y contaron diez mudanzas hasta el 6 de abril de 2001, en que se inauguró por fin su edificio propio en el barrio San Martín, haciendo honor a su mandato fundacional de educar a la clase trabajadora y a los sectores populares que más lo necesitan”.
“Por algo adoptó el nombre de un maestro, el primero que tuvo nuestra ciudad, un luchador: Abraham Juárez”.
Aquella escuela cenicienta, nacida única al norte de las vías férreas, que comenzó con seis máquinas de escribir para práctica, llega a esta actualidad habiendo brindado 77 promociones, con más de 500 estudiantes cursando en dos turnos, y ahora con siete años de preparación, para lograr los títulos de técnico nacional en Instalaciones Eléctricas y en Industrias de la Alimentación”.
La reseña enviada a nuestra Redacción culmina diciendo que “nunca más claro cuando hablamos del IPET 56, que una escuela no es un edificio, sino una utopía”.
