Pamela Moyano y Edgardo Montenegro sostuvieron que el ciclomotor en el que viajaban “Caito” Fonseca Osse y “Leo” Biccire carecía de iluminación cuando fueron embestidos por el profesional de Oliva, quien circulaba alcoholizado y a exceso de velocidad
La perito cordobesa Pamela Elizabet Moyano y su par villamariense Edgardo Montenegro concluyeron que el ciclomotor en el que viajaban Ricardo Miguel “Caito” Fonseca Osse (15) y Leonel Alejandro “Leo” Biccire (16), la madrugada en la que fueron chocados de frente por el automóvil que guiaba Luis María “Yoyo” Nieto (38), en cercanías de la ciudad de Oliva, no tenía luces ni frenos.
En el marco de la cuarta audiencia del juicio oral y público que se le sigue al ingeniero en Telecomunicaciones, quien comparece acosado como presunto autor de “homicidio culposo agravado”, el tribunal receptó el martes por la tarde siete nuevos testimonios y mañana hará lo propio con otros dos.
Además de Moyano y Montenegro, declararon los policías José María Degiorge, Alejandro Ezequiel Molina y Marcelo Bossio; el remisero Luis Alberto Piotto y Pablo Guillermo Antonio Medina, un adolescente amigo de las víctimas.
Policías en acción
El oficial Degiorge, de Oliva, recordó que fue comisionado para ir al lugar del hecho y se hizo presente a las 4.40 de la madrugada del 15 de febrero de 2014, acompañado por el cabo Molina.
Apenas llegaron, cortaron la ruta y avisaron a la Subcomisaría de James Craik y a la Comisaría olivense para que desviaran tránsito. Asimismo, dijo que como estaba muy oscuro no pudieron realizar ninguna medida procesal y se dedicaron a preservar la escena del trágico siniestro hasta que llegó personal de la Policía Judicial de Córdoba, alrededor de las 7 de la mañana.
Degiorge relató que trabajaron hasta el mediodía con la ruta cortada y durante esas cinco horas se confeccionó un croquis, se tomaron fotografías y se levantaron partes de la Zanellita. Hubo un amplio operativo de búsqueda, ya que los restos estaban muy dispersos, pero no encontró luces ni la óptica de la moto.
Dijo que secuestró todo lo que encontraron y lo llevaron a la sede policial de Oliva.
En el lugar vio al remisero Piotto y al conversar con Félix Augusto Nieto, hermano del acusado, le contó que viajaba como acompañante en el Peugeot, que iban hacia Villa María y que previo al impacto, Luis se abrió para pasar a un camión. Fue allí cuando embistió de frente a la motito, que circulaba en sentido contrario.
Mientras esperaban la llegada de los peritos, Degiorge entrevistó a Nieto y éste le dijo que era él quien manejaba el Peugeot 207 que había embestido frontalmente a la Zanellita. Además, el uniformado recordó que el acusado “estaba muy exaltado, muy nervioso” y que presentaba halitosis alcohólica.
Poco después, la Justicia determinó que el ingeniero conducía en estado de ebriedad y a una velocidad estimada entre los 150 y los 165 kilómetros por hora, tal como lo plasmó la fiscal olivense Mónica Biandrate en la requisitoria de elevación a juicio.
La perito oficial
Posteriormente declaró la licenciada Pamela Moyano, quien es técnica superior en Seguridad y Accidentología Vial y se desempeña como perito oficial de la Sección Pericias Automotrices de la Policía Judicial de Córdoba.
La testigo ratificó que, al hacer la inspección, constató que el rodado siniestrado carecía de faro trasero y tampoco tenía luces de giro. Asimismo, dijo que el manubrio tenía unas partes plásticas color gris que estaban atadas con alambre y que podrían corresponderse con restos de la óptica delantera rota. Sin embargo, no pudo determinar si tenía la luz colocada al momento del choque.
Moyano constató también que había cables cortados con un alicate y no producto del choque. No encontraron restos de la óptica delantera ni de la lámpara que lleva adentro.
En base a todos los elementos de prueba colectados y analizados, la perito concluyó que la Zanella Due 50 “no llevaba luz” y carecía de freno delantero.
El tercer testigo fue el remisero Luis Piotto, quien aquella madrugada viajaba desde Oliva llevando a un cliente. Antes de llegar a James Craik, el pasajero que lo acompañaba en el asiento delantero le advirtió sobre “un bulto” que se aproximaba de frente y al encender la luz alta se percató que se trataba de una motito en la que iban dos jóvenes. Tuvo que tirarse a la banquina ya que el rodado en cuestión iba por el medio de la ruta.
“Tenía luz delantera, pero muy tenue”, afirmó el trabajador del volante.
Momentos más tarde, cuando regresaba a Oliva, a la altura del cementerio vio de frente una luz alta que zigzagueaba (las del Peugeot) y luego un gran chisperío, producto del roce de hierros sobre el pavimento tras el violento impacto del auto con la Zanella.
Por último, Piotto dijo que estaba muy oscuro, que llamó a la Policía de Oliva y que se retiró del lugar después que llegaran los efectivos de la Comisaría.
El cuarto testigo de la jornada del martes fue el cabo Alejandro Molina, quien llegó a la escena de la tragedia junto a Degiorge. Luego de algunas intervenciones funcionales, llevó a los hermanos Nieto al Hospital de Oliva para que les sacaran sangre y se realizara el correspondiente informe médico.
Seguidamente compareció Pablo Medina, quien horas antes del accidente había estado con Caito y Leo en Oliva junto a Javier Casas, otro amigo de los chicos fallecidos,
Los cuatro salieron en dos motos por la ruta 9 hacia James Craik, pero a poco de salir de la ciudad al rodado que conducía Medina se le pinchó una goma, por lo que él y Casas no pudieron continuar.
El testigo dijo también que la Zanellita era de color verde y que funcionaba la luz delantera, de tonalidad amarillenta, pero que no tenía luz atrás.
El penúltimo testigo de la jornada fue el policía Marcelo Bossio, quien se refirió a la tarea de verificación que había realizado tanto en el Peugeot como en el ciclomotor.
Finalmente declaró Edgardo Montenegro, perito de la Defensa de Nieto (tarea que es ejercida por el abogado José Luis Bertoldi), quien coincidió con las conclusiones a las que arribó la perito oficial de Moyano, en el sentido de que la motito “no tenía luz ni frenos delanteros”.
Sigue mañana
La audiencia concluyó pasadas las 19 y en la oportunidad el presidente del tribunal, René Gandarillas, dispuso un cuarto intermedio hasta mañana a la tarde (el debate se reanudará a las 15) para receptar dos nuevos testimonios.