Cada día surgen nuevas propuestas tecnológicas adaptadas a distintos sectores de la sociedad como el transporte, la industria o el deporte, pero no hay que irse muy lejos para ver cómo estos avances están llegando a nuestros hogares para reinventar los usos comunes que le solemos dar a las cosas. Es el caso de la iluminación, que ya no sirve solo para dar luz a una habitación. Con el fenómeno de las “smart home” (casas inteligentes) sobre la mesa vemos cómo la iluminación en un hogar puede ir más allá de su función principal.
Tal y como explican los expertos en domótica, integrar la iluminación dentro de una casa inteligente hace que, a parte del ahorro en luz, logremos nuevas funciones para el hogar que hoy día cobran gran importancia. Estos son algunos de los beneficios principales de usar una iluminación inteligente en el hogar:
-Ahorro de electricidad: al salir de una habitación o de la casa, las luces se apagan de forma automática, ya sea por tiempo, por presencia o por cierre centralizado.
-Ahorro de tiempo: muchas veces nos recorremos la habitación para asegurarnos de que no nos dejamos ninguna luz encendida. Para evitarlo, tenemos la opción de poder apagar todas las luces de casa al mismo tiempo. Esta función puede realizarse desde un pulsador de forma manual, por presencia, a través de una llave electrónica o por una aplicación móvil.
-Mayor confort: para crear ambientes adaptados a cada actividad, con un solo “clic” se combinan lámparas, colores e intensidades.
La iluminación inteligente permite también usar la luz de otras formas:
-Seguridad: al detectarse intrusión, las luces pueden ayudar a realizar una alarma visual desde el exterior haciendo parpadeos. Además, es un componente a la simulación de presencia cuando no hay nadie en casa.
-Despertador: se puede programar la luz de la habitación para que se encienda progresivamente o haciendo parpadeos o de unos colores en concreto para despertarse de forma más agradable.
-Timbre: si el usuario se está bañando, si está fuera la terraza o jardín, o en alguna zona de la casa donde no se escuche el timbre, puede combinarse con el parpadeo de luces y cambios de colores para alertar que hay alguien en la puerta.
Para controlar cada luz dentro de una “smart home” existen diferentes formas para hacerlo, por ejemplo, desde un smartphone, pulsador o llave electrónica que activa distintos ambientes según la persona que entre en casa, pero también según presencia (por ejemplo en zonas de paso), horarios (si se desea que las luces del jardín se enciendan por la noche pero a las medianoche se apaguen) o luminosidad (permitiendo que se activen las luces que uno desee, por ejemplo, en el atardecer o en un día nublado).