El Concejo Deliberante refrendó por mayoría el convenio que los ocupantes del deteriorado inmueble aprobaron. A través del acuerdo se establece que la comuna apoye con subsidios al grupo de personas hasta que las mismas logren ubicarse definitivamente. El edificio será demolido y en el lugar se harán módulos habitacionales
La disputa entre vecinos y el municipio con eje en la ocupación por parte de un grupo de personas del edificio que tiempo atrás albergó a la Escuela Pablo Sexto de Villa Nueva, tuvo esta semana un avance de resolución más que favorable.
Es que según pudo conocer EL DIARIO, se llegó a un acuerdo conciliatorio entre los ocupantes del entramado edilicio y la comuna de la vecina ciudad, a través del cual el grupo de vecinos se comprometió en retirase del lugar a partir del 1 de diciembre próximo.
Para la concreción del logro, la intervención del juez de Cuarta Nominación, Sebastián Monjo, y la acción de los asesores letrados de la Municipalidad villanovense junto a los equipos técnicos de Tribunales, resultaron fundamentales.
“El acuerdo debía ser refrendado por los integrantes del Concejo Deliberante y así finalmente sucedió, aunque de forma dividida. Por mayoría y con solamente el voto en contra del edil Ignacio Tagni (del partido Juntos por Villa Nueva), la propuesta fue aprobada”, dijo el director de Procuración y secretario de Legal y Técnica de la Intendencia de Villa Nueva, Marcelo Martín Silvano.
Vale destacar que según lo estipulado en el acuerdo los ocupantes desalojarían el predio y el municipio ofrecía una contraprestación que se traduce en una ayuda económica a cada una de las familias.
Además, trascendió que en el inmueble la Municipalidad pondría en marcha la construcción de un complejo habitacional que incluiría 19 departamentos de 60 metros cuadrados con dos dormitorios, cocina, comedor, baño, lavadero y un pequeño patio.
El proyecto está enmarcado en un programa solventado por fondos nacionales y es precisamente allí donde se está evaluando la aprobación de la iniciativa a la que podrían acceder personas de escasos recursos.
“Las personas que estaban en la ex-Pablo Sexto van a ser reubicadas, la comuna colaborará con un subsidio a los efectos de que ellos puedan encontrar otros espacios habitacionales”, señaló Silvano.
“Creo que las personas entendieron que no pueden ocupar más el inmueble, sobre todo por una cuestión de seguridad”, subrayó el asesor letrado.
Cabe acotar en este sentido que existe un informe técnico, elaborado por un especialista en Arquitectura donde se determinó que la añeja sede escolar “no tenía arreglo posible” y que por tal lo único razonable era su demolición inmediata, antes que ocurriese algún desperfecto que ponga en riesgo a los habitantes.
Ante esta situación el juez Monjo expuso ante los ocupantes del edificio el evidente peligro de seguir habitando en el inmueble y las consecuencias irreparables si aconteciera algún hecho accidental.
En definitiva y de manera razonable, las familias terminaron por aceptar el ofrecimiento y en pocas semanas más se mudarían para siempre del lugar.