Recién el próximo martes 13, fecha en que debía comenzar el proceso oral y público, el fiscal y los querellantes podrán acceder al contenido de la presentación que no hace más que dilatar un poco más esta ya larga década de impunidad
Ya bien pasado el mediodía de ayer, cuando ya las puertas de los Tribunales locales estaban cerca de cerrarse para no volverse a abrir hasta el próximo martes, se conoció la noticia: los abogados defensores de Rodolfo Delpino (50), quien está acusado como presunto autor de “privación ilegítima de la libertad, agravada por el transcurso del tiempo”, en la sonada causa por la desaparición de Mariela Bessonart, presentaron una solicitud de suspensión del juicio a prueba cuyo esperado comienzo estaba previsto para el mismo martes 13 de octubre.
El escrito fue presentado por los abogados Gerard Gramática Bosch y Débora Ferrari, ambos de la capital provincial, quienes ejercen la defensa del productor agropecuario y exesposo de la mujer desaparecida.
Los integrantes de la Cámara, René Gandarillas, Silvia Saslavsky de Camandone y Marcelo José Salomón, con la Secretaría de Gabriela Sanz, decidieron dar trámite al pedido de la defensa y notificaron a las partes involucradas de que, entonces, el esperado proceso oral y público, no se iniciará el día en que estaba previsto.
Una nueva demora en el juicio sobre uno de los casos policiales más resonantes acaecidos en la ciudad y que ya lleva más de una década de impunidad.
No trascendieron los argumentos esgrimidos ante los jueces por los patrocinantes de Delpino, pero todo hace pensar en que se trata de una nueva maniobra dilatoria, una nueva chicana para demorar el comienzo del juicio.
En este nuevo capítulo, es de esperar que tanto el fiscal Gustavo Atienza, quien era el encargado de sostener la acusación contra el productor agropecuario en la sala de audiencias del quinto piso del Palacio de Justicia; Juan Manuel Tovo, abogado que representa a Teresa Ramírez y Gladys Bessonart, madre y la hermana de Mariela, respectivamente; y Marcelo Martín Silvano, quien legalmente a los hijos de la mujer desaparecida el 28 de septiembre de 2005, Marcos, Franco y Gisela Delpino, se presentarán en los Tribunales para conocer el escrito elevado por los defensores del imputado.
Compás de espera
Puede intuirse que, una vez conocidos los pormenores de la solicitud, se opondrán a la misma (cosa que deberán hacer por escrito) y nuevamente el expediente comenzará su moroso “paseo” por los Tribunales, hasta que se vuelva a fijar una nueva fecha para el inicio del juicio.
Restan poco más de dos meses para que la actividad tribunalicia entre en receso durante la feria de verano. Cabe preguntarse si a este paso realmente se celebrará en esperado juicio en este año que entra ya en su ocaso.
Un cronista de este medio se comunicó con el letrado Tovo para consultarlo acerca de su opinión sobre la presentación, pero el abogado se excusó de hacer declaraciones, ya que “no conozco los pormenores del escrito. Sólo he recibido la notificación de la suspensión del juicio a prueba, de manera que nada puedo decir sobre el particular”, señaló el joven letrado villamariense que a principios de este mes, y entrevistado por EL DIARIO, señalaba que “la única forma para saber qué pasó con Mariela es a través de una reconstrucción histórica del hecho que se investiga” y agregaba: “Esperamos juicio y castigo”.
En aquella oportunidad, Tovo se mostraba cauteloso aunque esperanzado en que, por fin, se ventilaran los detalles de este complejo e intrincado proceso penal en procura de conocer la verdad sobre la suerte de Mariela, y no descartaba que durante las audiencias de debate Atienza pidiera un cambio de calificación legal que agravara la responsabilidad penal de Delpino.
Cabe señalar que el exesposo de Mariela comparecerá en libertad, por “privación ilegítima de la libertad, agravada por el transcurso del tiempo”, un delito que es castigado con prisión de dos a seis años.
Ahora, una nueva “jugada” de la defensa, vuelve a sumergir en un compás de espera el proceso oral y público.
Más de una década
Mariela Alejandra Bessonart desapareció hace más de 10 años. Desde entonces, marchas populares para pedir justicia, distintos abogados, rastrillajes, detenciones, alejamientos, renuncias, más rastrillajes y personajes mediáticos entraron y salieron de la causa. Pero no se registraron avances sustanciales.
Entre aquel ya lejano miércoles 28 de septiembre de 2005 y el próximo martes 13 de octubre, fecha en que estaba previsto el inicio del esperado juicio oral y público en el que están cifradas todas las esperanzas de la madre, la hermana y las amigas de Mariela, habrían transcurrido exactamente 3.667 días.
Y cuando todo parecía indicar que más de una década después de acaecida la desaparición, finalmente la Justicia comenzaría a arrojar luz sobre el misterioso caso el próximo martes, habrá que seguir esperando.