Inicio Culturales “Todo lo que se ha escrito sobre Nisman es pura ficción policial”

“Todo lo que se ha escrito sobre Nisman es pura ficción policial”

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“Todo lo que se ha escrito sobre Nisman es pura ficción policial”
“Escribo ficción todo el tiempo. Mis dos libros sobre peronismo son ficciones. Eso no quiere decir que sean mentiras, sino un punto de vista”, indicó

El autor de “Ultimos días de la víctima” habla sobre Sarmiento, Arlt y Borges como pilares de nuestra literatura

“Escribo ficción todo el tiempo. Mis dos libros sobre peronismo son ficciones. Eso no quiere decir que sean mentiras, sino un punto de vista”, indicó
“Escribo ficción todo el tiempo. Mis dos libros sobre peronismo son ficciones. Eso no quiere decir que sean mentiras, sino un punto de vista”, indicó

El hombre entra al hangar de la feria al mediodía y produce un revuelo digno de un rockstar. La gente lo saluda y lo abraza. Las chicas se sacan fotos con él (una, dos, tres selfies). Los militantes del kirchnerismo le piden su firma en un libro. Y el hombre accede a todos los pedidos con la lenta amabilidad de un monje y el guiño cómplice de antiguo militante.

José Pablo Feinmann bien que podría ser un rockstar antes que un escritor; un “Indio Solari de la pluma” antes que un simple pensador de escritorio. Pero si el hombre sugiere todas esas variables que van de la vitalidad rolling stone a la paz interior de un Sai Baba, no se debe a postura alguna, sino que es su más honesto copyright de existir, su modo más natural de ejercer su propia ontología.

-Su charla de esta noche versará sobre el canon literario nacional. ¿Qué puede decir al respecto?

-Antes que nada, que no me gustan los cánones. Primero, porque dividen a los escritores, juzgan que unos merecen ser leídos y otros no y porque en su nombre se cometen tremendas injusticias. Los cánones surgen de arreglos entre profesores y simposios. Y para que un escritor sea parte del canon, debe estar muy atento a esos eventos como las ferias, donde todos van a pavonearse. De esos lugares siempre sale un canon, habitualmente impuesto por una figura fuerte de la crítica y que no necesariamente tiene que ver con la realidad literaria de un país, ya que hay escritores muy buenos que están siendo leídos y no han sido autenticados por nadie.

-¿Debe ser revisado el canon con el que se enseña la literatura argentina?

-Absolutamente. O en su defecto, hay que hacer cánones paralelos, pero siempre con una actitud abierta. El canon es muy pobre para enseñar literatura porque si sólo hay tres escritores canonizados, quiere decir que voy a dar sólo a ellos…

-Entonces hablemos de escritores y libros. ¿Cuáles son los que usted enseñaría en un curso?

-Para mí el escritor más importante de toda nuestra literatura es Domingo Faustino Sarmiento y su libro mayor es el “Facundo”. Después habría que estudiar el “Martín Fierro” y “Don Segundo Sombra” e inmediatamente todo el grupo de “Boedo” y algo de “Florida”. Y, por supuesto, a Roberto Arlt y a Jorge Luis Borges, que paradójicamente no estuvieron durante muchos años en el canon.

-¿Por qué?

-Porque fue el canon que inauguró Beatriz Sarlo en el 84 con el alfonsinismo. En ese tiempo, el canon se remitía a César Aira, Juan José Saer y Ricardo Piglia. Y para mí eso es muy escueto. En esa época, todos los escritores se pasaron al alfonsinismo como una moda, pero yo seguí en el peronismo.

-Y en ese contexto inicia su carrera de escritor.

-Sí, con “El peronismo y la primacía en la política”, en 1974. Pero al mes murió Perón y el libro quedó tácitamente prohibido por la Triple A. Así que con mi editor lo retiramos de las librerías. ¡Mi primer libro fue a parar a un sótano! (risas).

El periodismo como

ficción nacional

-Sin embargo, con su segundo libro se reivindicó ampliamente.

-Sí, porque “Ultimos días de la víctima” (1978) fue llevado al cine apenas salió. Adolfo Aristarain venía de un éxito impresionante con “Tiempo de revancha” y le pedían otra película. Pero él decía “¡no tengo guión!”. Hasta que alguien le alcanzó mi libro y se volvió loco. Me llamó y me dijo “quiero filmar tu película”. ¡Y yo me caí de cu…! Imaginate, era mi primera novela y de pronto me filmaba Aristarain!

-No era muy común el éxito de un policial negro en esos tiempos

-Para nada. Si la literatura policial tuvo alguna trascendencia en la Argentina fue gracias a Borges y Bioy con sus relatos “a la inglesa”. Mi novela, en cambio, fue hecha “a la norteamericana” porque yo fui más influido por el film noir que por el policial literario. Si bien había leído a Chandler y a Hammet, yo empecé a escribir con pasión cuando uní la literatura con el cine.

-¿Y todavía escribe ficción?

-¡Escribo ficción todo el tiempo! Incluso mis dos libros sobre peronismo son ficciones. Eso no quiere decir que sean mentiras, sino un punto de vista. Toda recreación de un hecho es siempre ficción. Todo lo que se ha escrito alrededor de Nisman, por ejemplo, es pura ficción policial, interpretaciones. Hay un cadáver adentro de un cuarto cerrado… ¡Más policial imposible! Y luego aparecen todos tirándose el cadáver los unos a los otros. Y son tantas las versiones que al final, ¿cuál es la verdad? La que tiene mayor poder para imponerse mediáticamente. En este caso, la que quiere imponer Clarín, que si pudiera, tendría todas las bocas de información para vendernos “su” ficción de Nisman, “su” verdad como si fuera “la” verdad.

Iván Wielikosielek

Especial

 Hoy. El escritor regresará hoy a las 19.30 a la feria, pero para hablar sobre “Gershwin, ensayo sobre su obra y su tiempo”.