Roggero estuvo en Villa María en el marco del encuentro de Ciencia Política que organizó la Universidad. En diálogo con EL DIARIO, dio su visión del kirchnerismo, el peronismo cordobés y de su “amigo” Eduardo Accastello
“He sido compañero de lucha con Eduardo (Accastello). Le tengo respeto, lo quiero y lo valoro profundamente. Es un amigo. Hizo una enorme gestión en Villa María, como también la hizo Norita Bedano y la está haciendo Martín Gill, que es excelente”, comenzó diciendo Humberto Roggero, hombre de extensa militancia en el Partido Justicialista.
Muchos en esta ciudad se refieren a él como “el padrino político” de Accastello, dado que el exintendente de Villa María inició sus pasos en la política -al igual que Nora Bedano- al lado de Roggero, en Río Cuarto.
–¿Cómo ve el presente político de Accastello, que está afrontando diversas causas en la Justicia?
-Los procesos judiciales habrá que verlos cómo terminan, porque hay que tener cuidado con aquellas situaciones que se denuncian a la mañana, al mediodía se juzgan y a la tarde se condenan.
Estos son procesos que hay que verlos, seguirlos y esperar el dictamen de la Justicia.
Yo tengo plena confianza en Eduardo y creo que todo esto va a terminar siendo solo un mal momento.
Humberto Roggero inició su participación partidaria dentro del justicialismo a los 16 años. “Pasé dictadura, estuve preso, perdí trabajos. Ya en democracia fui constituyente en Córdoba, diputado nacional y embajador en Italia”, dijo, reseñando su actividad política.
Conocedor del justicialismo cordobés, habló sobre la expresión que se escucha tras dos derrotas electorales del partido gobernante, acerca del supuesto “fin de Unión por Córdoba”.
“Yo he visto tantos fines de fuerzas que han renacido, por lo que creo que todo es relativo. (Juan) Schiaretti está haciendo una excelente gobernación. Como en todo, tienen que reciclarse, renovar. Schiaretti y su equipo tienen la inteligencia suficiente para poder hacerlo y eso va a generar un 2019 con otro tipo de competencia. Obviamente, nadie puede asegurar el triunfo, pero me parece que se puede dar un interesante escenario electoral, democrático, si uno le agrega a la buena gestión del Gobierno de Córdoba, la lectura de la sociedad que viene”, planteó.
Escenario nacional
A nivel país, entiende que hay un escenario positivo. “Es bueno, de cambios, no por el nombre del partido que gobierna, sino porque el mundo está cambiando. La política debe acompañar los cambios, imaginar el futuro”, dijo.
Considera que en ese contexto, el Justicialismo “tiene dos caminos: o se pone a mirar para atrás; o hace lo que tiene que hacer, mirar hacia delante, reconocer sus diferencias, imaginar la Argentina del futuro y tratar que la propuesta que le hagamos a los argentinos sea superior a la de Cambiemos. Si eso lo logramos, tendremos grandes chances electorales, independientemente de los candidatos. Yo no me preocuparía tanto por los candidatos, sino por interpretar lo que viene en un mundo tecnológico”.
Asegura que la gestión kirchnerista “fue una visión” que gobernó el país. En lo personal, coincide en algunos aspectos y en otros no. “Yo no soy anti K. Por eso puedo decir que el Gobierno de Néstor y Cristina Kirchner tuvo aciertos en materias sociales. En lo que hace a la política exterior, la negociación de la deuda fue correcta. Como negativo, el estilo de manejo no era el más prudente. Eso generó mucho rechazo”, planteó.
Entiende que el triunfo electoral de Mauricio Macri se dio por una “mezcla” de situaciones. “Por un lado se terminó un ciclo. En política los ciclos se terminan y Cambiemos, aprovechando esa circunstancia, lo hizo bien. No hay que negarle méritos. Ellos acertaron con la candidatura y con el discurso. Hay que ver si aciertan gobernando”, dijo.
Finalmente, dijo que hoy está trabajando políticamente “desde el llano” a través de una publicación peronista que se denomina “Movimiento 21”, “desde donde aportamos el debate, para repensar el futuro. La historia es la historia, eso te da identidad, pero lo que importa es el futuro”, concluyó.