Se trata de Mario Gómez y José Jaime, quienes confesaron los hechos que se les atribuían. El primero recibió una pena de 10 meses de prisión y recuperó la libertad. El otro tenía pendiente una sanción anterior, fue declarado reincidente y seguirá en la cárcel algún tiempo más
Un albañil villamariense y un metalúrgico oriundo de la ciudad Oncativo fueron condenados ayer en la Cámara del Crimen local por distintos hechos delictivos.
Por un lado, Mario Alberto Gómez (34) recibió una pena de 10 meses de prisión tras ser declarado autor de “resistencia la autoridad”, “violación de domicilio” y “amenazas”. Y como estaba detenido desde el 7 de enero pasado (10 meses y un día), pudo recuperar la libertad ni bien concluyó la audiencia.
Por otra parte, a José María Jaime (40) se le impuso una sanción de cuatro meses de cárcel por “desobediencia a la autoridad reiterada”, pero como estaba debiendo un año y nueve meses de una condena anterior, se lo declaró reincidente y recibió una condena unificada de dos años y un mes de prisión efectiva.
Los dos juicios fueron presididos por el camarista Félix Martínez y se realizaron bajo la modalidad de trámite abreviado porque ambos convictos se declararon culpables de los hechos que se les atribuían.
Por culpa del alcohol
En la primera audiencia de debate y luego de reconocer que los incidentes protagonizados estaban directamente relacionados con su adicción a las bebidas alcohólicas, Mario Gómez confesó que en junio del año pasado, cuando circulaba en una motocicleta junto a un compañero de trabajo, fue interceptado por la Policía ya que tenía la chapa patente dada vuelta. Sin embargo, en vez de detener la marcha, el infractor realizó una manobra evasiva y se dio a la fuga, previo arrojarle un puntapié al patrullero.
Un par de meses más tarde ingresó sin autorización al patio de una vivienda, presuntamente con fines de robo, pero como no se llevó nada, fue procesado por “violación de domicilio”.
El tercer hecho tuvo como víctima a su propio hermano, a quien Gómez -en estado de ebriedad- intimidó con un cuchillo luego de una discusión derivada precisamente porque el trabajador de la construcción había vuelto a tomar.
Antes de que comenzara la audiencia, el fiscal Francisco Márquez y el abogado defensor Jorge Bustos habían acordado la pena finalmente impuesta por el juez Martínez.
Volvió a las andadas
En el segundo juicio, José Jaime fue condenado a cuatro meses de cárcel por haber incumplido reiteradamente una orden judicial dictada a fines de 2014, que le impedía acercarse o mantener cualquier tipo de contacto con su expareja, Gladys del Carmen Casas.
En efecto, este trabajador metalúrgico domiciliado en Yapeyú 464 de Oncativo fue declarado autor responsable del delito de “desobediencia a la autoridad reiterada” por haber concurrido al domicilio de Casas, ubicado en la ciudad de Oliva, además de enviarle mensajes de texto y llamarla por teléfono en varias oportunidades, pese a que se le había prohibido hacerlo.
Si bien se trató de hechos que no fueron de gravedad, la situación procesal de Jaime se vio comprometida porque el 27 de octubre de 2015 fue juzgado y condenado a tres años de prisión efectiva por haber golpeado y amenazado a su exconcubina, desobedeciendo cuatro impedimentos de contacto ordenados por la Justicia.
En esa oportunidad, el irascible sujeto fue declarado culpable de “lesiones graves”, “amenazas”, “violación de domicilio” y “desobediencia a la autoridad judicial reiterada”.
Jaime obtuvo la “libertad condicional” el 5 de julio de 2016, pero a los pocos días volvió a contactarse con Casas y como los hechos se reiteraron, la mujer volvió a denunciar lo que estaba pasando y lo detuvieron en enero de este año.
De aquella condena quedó debiendo un año y nueve meses, los que se unificaron con los cuatro meses impuestos en la víspera. Así, Jaime recibió una única sanción de dos años y un mes, que deberá cumplir casi en su totalidad ya que fue declarado reincidente.
Además del juez Martínez, intervinieron en la audiencia de debate de la víspera el fiscal Correccional, Horacio Vázquez; el abogado Damián Beltramone (de Oncativo) y el secretario Guillermo Picco.
